En su libro Autoliderazgo el autor Stedman Graham nos presenta una guía muy personal y descriptiva que se basa en la filosofía de que un líder no puede liderar a otros hasta que primero sepa cómo liderarse a sí mismo. Cuanto más trabaje el líder en sí mismo, más tendrá para ofrecerles a quienes lo rodean. Para conocer nuestro propósito en la vida, todos comenzamos averiguando lo que nos motiva y descubriendo nuestras habilidades y talentos. A lo largo de esta lectura aprenderás cómo llegar a ser la mejor versión de ti mismo y lograr no solo tu éxito, sino también el de la gente a la que lideras.
Graham explica por qué es importante la autoconciencia, cómo liderar de manera asertiva, cuál es la importancia de la comunicación, cómo asumir tu rol de líder y cómo diseñar tu plan de autoliderazgo. La clave de este proceso es conocer tus fortalezas, creer en ellas, desafiarte continuamente y ser paciente contigo mismo. El autoliderazgo nos proporciona las herramientas (autoconciencia, inteligencia emocional, disciplina y más) necesarias para planificar nuestro aprendizaje e incrementar nuestros talentos y habilidades. Estas herramientas te permitirán comprometerte con una visión personal y liderar con propósito.
El autoliderazgo te hace responsable de tu propio desarrollo. Los líderes de sí mismos nunca dejan de crecer y desarrollarse. Son estudiantes de toda la vida y nunca dejan de recibir nueva información.
La autoconciencia es el componente más importante de la inteligencia emocional e implica tener un conocimiento profundo de nuestras emociones, fortalezas, debilidades, necesidades e impulsos. Las personas con niveles altos de autoconciencia reconocen cómo sus sentimientos les afectan a ellas mismas, a los demás y a su rendimiento en el trabajo.Este libro te enseñará a comprender tus pensamientos y emociones, a persuadir a tus colegas para que compartan lo que realmente piensan de ti y a establecer relaciones más productivas y gratificantes con tus empleados y jefes.
Los economistas se han sentido atraídos desde hace mucho tiempo por la ambiciosa búsqueda de las leyes generales del capitalismo. David Ricardo, por ejemplo, predijo que la acumulación de capital conduciría al estancamiento económico y la desigualdad, a medida que una proporción cada vez mayor de la renta nacional acabase en manos de los terratenientes; Karl Marx siguió sus pasos al pronosticar la inevitable depauperación del proletariado, y Thomas Piketty, en El capital en el siglo XXI, emula a Marx en el título, el estilo expositivo y la crítica del sistema capitalista, proponiendo una audaz teoría de la desigualdad aplicable a todas las economías capitalistas.