Si hay alguien que ama Santo Domingo de manera entrañable, ése es José Enrique Delmonte Soñé, cuya profesión de arquitecto le ha permitido investigar durante años la evolución histórica de la urbe, mientras con paciencia oía latir su corazón de ciudad primada. Ahora, con su libro Alquimías de la ciudad perdida [Relatos breves para compartir en sobremesa bajo lluvia), un breve pero ambicioso proyecto narrativo en el que confluyen palabra, fotografía, música y voz, el autor presenta otra mirada, cuya novedad consíste en rectificar la realidad real y la historia convencional mediante la ficción, valiéndose de una prosa fluida y sugerente.
Esta pequeña y atractiva obra presenta una travesía imaginaria por el mapa de nuestras desventuras, y Delmonte Soñé, amante y provocador al mismo tiempo, se vale de anacronismos, mezclas de tiempo y espacio, personajes que contradicen las versiones oficiales, todo en un intento de desmitificar las interpretaciones consagradas por cierta tradición, o de reinventar la historia con fines críticos.
Las fotografías que acompañan cada texto son creaciones de reconocidos pro fesionales del lente, algunas de ellas impresionantes y otras de gran contenidc poético, las cuales contribuyen a realzar la calidad de la obra. Como si fuer: poco, estas alquimias se enriquecen de manera notable con la musicalización de connotados compositores y la interpretación de vigorosas personalidade que han marcado la historia de nuestra música. Por último, la grabación de la textos en un disco compacto, en las voces de reconocidas figuras de nuestr medio, contribuirá a proyectar esta obra en diversos ámbitos.
Recibamos, pues, con beneplácito, la aparición de Alquimias de la ciuda perdida.