Haruki Murakami atendió por fin a las peticiones de sus lectores y accedió a que se tradujeran estas dos obras tempranas, anteriormente sólo publicadas en japonés e inglés, y añadió un prólogo donde el escritor relata su génesis. Escucha la canción del viento (1979), ópera prima del autor, sigue las vicisitudes de un joven estudiante que, durante unas vacaciones en su ciudad natal, disfruta de la compañía de su mejor y original amigo, apodado «el Rata», una chica con cuatro dedos, el barman del Jay´s Bar y un escritor suicida (e inventado): Derek Heartfield. Tres años después, en Pinball 1973 (1980), ese mismo joven vive en Tokio, con dos gemelas idénticas, mientras el Rata continúa viendo pasar la vida en el Jay´s Bar, en una novela melancólica y de atmósfera poética, que contiene la mejores escenas de pinball de la historia de la literatura.
Cuando en 1953 se estrenó en París Esperando a Godot, pocos sabían quién era Samuel Beckett, salvo, quizá, los que ya lo conocían como exsecretario de otro irlandés no menos genial: James Joyce. Por aquellas fechas, Beckett tenía escrita ya gran parte de su obra literaria; sin embargo, para muchos pasó a ser «el autor de Esperando a Godot». Se dice que, desde aquella primera puesta en escena -que causó estupefacción y obtuvo tanto éxito- hasta nuestros días, no ha habido año en que, en algún lugar del planeta, no se haya representado Esperando a Godot. El propio Beckett comentó en cierta ocasión, poco después de recibir el Premio Novel de Literatura en 1969, que Esperando a Godot era una obra «horriblemente cómica». Sí, todo lo horriblemente cómica que puede resultar la situación de dos seres cuya grotesca vida se funda en la vana espera de ese ser al que llaman Godot.
Estambul es un retrato de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk. Su historia empieza en la infancia, recordando cómo tomó conciencia de que vivía en un espacio plagado de melancolía, un lugar que arrastraba un pasado glorioso e intentaba hacerse un hueco en la «modernidad». Esta elegía sirve para acercarnos a villas fantasmagóricas y callejuelas secretas, a estatuas valiosas y mutantes, a pintores, escritores y célebres asesinos. A una ciudad donde, por encima de todo, destaca el terapéutico Bosforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad.
Alberto Ruiz-Tagle, fascinante y seductor poeta autodidacta habitual de los talleres literarios del Chile de Salvador Allende, y Carlos Wieder, piloto de las fuerzas aéreas chilenas que escribía versículos de la Biblia con el humo de una avioneta tras el golpe de estado de Pinochet: una y otra cara de la misma moneda, uno y el mismo oscuro personaje. Un individuo, encarnación pura del mal y la crueldad, que el narrador de esta historia, el alter ego de Bolaño y perenne detective salvaje Arturo Belano, se cuida de desmenuzar.Esfumado durante la transición democrática, el poeta y el investigador Abel Romero irán tras sus huellas y las de las desaparecidas hermanas Garmendia para hacer justicia al margen de la ley. La búsqueda conducirá sus pasos a ambos lados del Atlántico, de Chile y México a Barcelona y Blanes, hundiéndose en el más profundo vórtice de la infamia.
Penguin Clásicos conmemora la primera publicación de Estudio en escarlata en el almanaque Beeton's Christmas Annual en noviembre de 1887, con esta espléndida edición que recupera las ilustraciones originales de D.H. Friston.SHERLOCK HOLMES,reconocido universalmente comoEl mejor detectiveSe enfrenta, con la inestimable ayuda del doctor Watson, a su primer caso. En una explosiva mezcla de crimen, suspense, pistas falsas y venganza, nuestros héroes deberán seguir el rastro de un misterioso asesino en las calles de Londres enESTUDIO EN ESCARLATA«En la madeja incolora de la vida encontramos la hebra escarlata del asesinato, y nuestro deber consiste en desenredarla, separarla de las restantes y sacar a la luz hasta el menor de sus detalles.»Sherlock Holmes
Empeñado en transgredir las leyes de la narrativa convencional, en estos relatos Julio Cortázar combina la intertextualidad, un uso inédito de lo coloquial y el juego interminable para hacer entrar al lector en un particularísmo universo donde nada es lo que parece. El magistral «Continuidad de los parques», «Los venenos», «Axolotl» o «La noche boca arriba» son algunos de los míticos relatos que componen este volumen imprescindible.