Madrid, 1928. Entre las páginas de una revista nace la primera historia de una niña que cautivará a España. Su nombre es Celia.
Lo sabemos todo sobre Celia —lo que dice, sus aventuras, sus fantasías—, pero apenas conocemos a la escritora que la creó: Elena Fortún. La aclamada autora de Un destino propio, María Montesinos, novela los trece años en los que Fortún se convierte en la escritora más leída del país. Desde su llegada al Madrid en ebullición de la Segunda República hasta su exilio, este libro retrata, con una sensibilidad y elegancia exquisitas, a una mujer llena de incógnitas que fue capaz de alentar a todas las niñas a ser libres.
En estas páginas descubrimos una vida llena de luces y sombras: la temprana muerte de un hijo, la compleja relación con su marido militar, la amistad con las grandes intelectuales del momento y la aparición de un amor prohibido por una mujer a quien entregará su corazón para siempre.
Una hermosa historia de amor y desamor que nos traslada al mítico Hollywood de los años cincuenta, donde, tras los destellos y el esplendor, podrían esconderse las sombras de algunos sueño rotos o reconquistados.
Obstinada, rebelde, irreverente, incontrolable. Esos eran algunos de los adjetivos con los que, Andrew Greenwood, el estricto y comedido conde de Hardwick definía a Marian Miller, o «Demonio Miller», como solían llamarla.
Andrew había tenido que asumir la responsabilidad de su título y su familia demasiado pronto y no permitiría que nada ni nadie se interpusiera en su camino hacia la rectitud. Ni siquiera los sentimientos irrefrenables que esa muchacha indisciplinada le provocaba.
Marian sabía lo que significaba perder todo lo que amaba siendo una niña y lo único que ansiaba era librarse del yugo de su avaricioso tutor, asumiendo que valerse por sí misma era la única manera de estar a salvo del dolor que provocaba la pérdida.
Pero todo se complica cuando Andrew y Marian descubren que el amor y la atracción que los une son casi tan potentes como la animadversión que los separa.
A lo largo de cuatro décadas, la madre de Roald Dahl guardó todas las cartas que le enviaba su hijo. Ella fue la primera lectora del autor de Matilda, la persona que estimuló su deseo de narrar, fabular y entretener mediante la palabra escrita.
En esta correspondencia que ve la luz por primera vez en español, Dahl perfeccionó las dotes narrativas y el humor macabro que harían de él uno de los escritores más populares del siglo xx. También plasmó en detalle y sin morderse la lengua las experiencias cruciales de su vida, tan rica en aventuras como pródiga en tragedias: desde su educación en un estricto internado hasta sus primeros éxitos literarios, pasando por el terrible accidente de avión que sufrió en el desierto de Egipto, la colaboración con Walt Disney en Hollywood y los años de espionaje y diplomacia en las altas esferas de Washington.
Por la autora de Yo antes de ti, una fabulosa historia sobre cinco extraordinarias mujeres que intentan cambiar su mundo con el poder de los libros.
Inspirada por la sed de aventuras y el deseo de abandonar la monotonía de Inglaterra, Alice Wright se enamora de un atractivo americano y toma la impulsiva decisión de aceptar su propuesta de matrimonio.
Pero su nueva vida en la pequeña y conservadora ciudad minera de Kentucky en la que Alice se instala con su marido y su autoritario suegro en medio de la Gran Depresión resulta aún más claustrofóbica. Hasta que conoce a Margery O'Hare. Independiente y deslenguada, Margery no ha pedido el permiso de un hombre para nada en toda su vida y ahora se ha propuesto llevar el milagro de los libros hasta el último rincón de la región.
A caballo, atravesando montañas y bosques salvajes, y a menudo luchando contra el prejuicio y la ignorancia, Alice, Margery y sus compañeras se convertirán en bibliotecarias itinerantes al tiempo que descubren la libertad, la amistad, el amor y una vida que por fin les pertenece.
Esta novela, farsa negra o tragedia rosa, proyecta la condición humana, vulnerada e inerme, sobre un degradado local nocturno madrileño donde desfilan cupletistas venidas a menos, policías, tipos grises e incluso algunas almas cándidas como la solterona Antonia y su hermano.