El pasado nunca muere, solo cambia de rostro.
Un thriller psicológico donde los secretos familiares y el miedo dictan el destino de sus personajes.
Como cada sábado, desde que decidió que su trabajo de fin de grado en Criminología versaría sobre la hibristofilia, esa rara patología que designa la atracción por criminales violentos, Olivia visita en la Prisión de Soto del Real a Pedro Díaz, autor de los asesinatos de tres jóvenes el día que cumplían la mayoría de edad. El mismo sábado que Pedro confiesa a Olivia que había perpetrado otros crímenes anteriores, Inés, la mujer de Pedro y madre de sus dos hijos, Alicia y Adrián, aparece asesinada en su casa. Los inspectores de Homicidios Virginia Lambert y Román Presedo serán los encargados de investigar un crimen que se complicará con el secuestro de Alicia, precisamente el día de su decimoctavo cumpleaños. Ambos sucesos tienen el inconfundible olor de la venganza.
Publicada en 1846, “El doble” constituye un caso sumamente representativo de esa clase de creaciones que, adelantadas a su tiempo, acaban siendo consagradas por la posteridad. Partiendo de un tema literario tradicional –el de la persona que trata de salvaguardar su dignidad ante una burocracia avasalladora y despreciativa–, y combinándolo, a través del patético personaje de Yakov Petrovich Goliadkin, con el tema del desdoblamiento de la personalidad, en esta novela el genio literario de Fiódor Dostoyevski (1821-1881) no sólo supera la mera tragedia grotesca, sino que extrae de ella posibilidades tan insospechadas como espeluznantes...
Yákov Petróvich Goliadkin es un funcionario de bajo rango de San Petersburgo que, despues de que lo echen de una fiesta a la que no ha sido invitado, se encuentra, en medio de una tormenta, con un hombre con una apariencia que es exacta a la suya. Al llegar a casa, se lo encuentra sentado en su cama y al día siguiente en su oficina. Extrañamente, los dos hombres entablan una especie de amistad: cenan juntos e intercambian confidencias, pero pronto Goliadkin empieza a temer que conspira contra el y se reconcome porque ve que triunfa en sociedad. Ahora bien: ¿el doble es real? ¿Es una alucinación, una proyección? ¿Realidad y delirio están bien delimitados o se funden? ¿Goliadkin está loco desde un principio o se vuelve loco durante el relato? ¿El doble es causa o consecuencia de la locura? Todas estas preguntas han inquietado a la crítica y a los lectores de El doble (1846) durante casi doscientos años y seguramente sean la causa de que la novela, despreciada en su día y aun así una de las más famosas de Dostoievski, conserve su misterio.
Ningún lord había sido nunca jinete de dragones. Pero Jaxom, el joven señor de Ruatha, no es cualquier persona. Y cuando encontró un huevo más pequeño de lo normal, casi abandonado, y lo llevó a la sala de eclosión, selló su destino.
Nunca en la historia de Pern ha habido un dragón como Ruth. Pequeño y de un purísimo color blanco, es inteligente, valiente y leal. Sin embargo, debido a su tamaño, el resto de dragones lo desprecian, ya que no se le considera apto para pelear contra las hebras.
En un apartamento de Londres, dos niños afrontan la tristeza por la inesperada muerte de su madre. Tras el fallecimiento de su esposa, el padre es un hombre a la deriva. En medio del desconsuelo, la familia recibe la visita de Cuervo —antagonista, embustero, protector, terapeuta, niñero—, una ave negra y picuda que amenaza con quedarse en la casa hasta que sanen las heridas familiares.
«Esta es una carta de amor al dolor indescriptible y a la formidable belleza del mundo. La vida es sombría. La vida es divertida. Esta es una carta de amor a mis familiares, vivos o muertos. Es una carta de amor a la poesía, a los cuentos para niños, a las fábulas, a los mitos, a los ensayos y a los dramas teatrales. Al acto de leer de forma amplia y libre, al acto de reimaginar y reinventar cuanto hemos leído. A quienes entrarían bramando en una biblioteca cual cuervo gigante y borracho, para devorar y engullir entre gritos y alaridos.
Tras regresar a su ciudad natal, un Madrid desdibujado y sórdido, el protagonista de El dueño del secreto se ve implicado por una serie de casualidades en una supuesta conspiración contra el dictador, atrapado por la maquinaria de una conjura para cambiar el destino de España. Los recuerdos de su juventud se mezclan con la realidad de unos años turbulentos, en los que toda una generación se movía en un entorno de incertidumbre política y esperanza renovada.
El dueño del secreto es una novela fascinante que refleja las tensiones y cambios sociales que siguieron a la muerte Franco en 1975 y es también una acertada reflexión sobre la memoria, tanto individual como colectiva, y sobre cómo los eventos históricos moldean la vida de las personas.