Ruth está en caída libre. Acaba de descubrir que la vida, un día cualquiera, puede golpearte tan fuerte que todos los problemas anteriores te resulten insignificantes.
Será entonces cuando Ruth se refugie en un juego muy especial, cuyas normas solo puede marcar ella misma. Es un juego antiguo y peligroso, que casi todos hemos probado o deseado probar alguna vez. El juego de dejar de ser ella y convertirse en otra por las noches.
Electra lleva una peluca roja y sabe atraer todas las miradas. Sus noches se miden por orgasmos y la invitan a las fiestas más salvajes. Electra no tiene miedo de nada, mientras que Ruth vive muy asustada; por eso le cuesta tanto volver a ser ella al quitarse la peluca. Cuanto más profundo es el dolor, mayor es el engaño. ¿O es al revés?
Un apasionante libro de memorias noveladas de Guillermo Cabrera Infante, que recrea toda la efervescencia de su juventud en Cuba
En estas memorias comenzadas nada más exiliarse de Cuba, Guillermo Cabrera Infante describe con lujo de detalles su juventud en la efervescente isla de fines de los años cincuenta y principios de los sesenta. La Habana, el cine, el sexo, la música y la llegada de la Revolución conviven en un relato de fondo gozoso, aunque teñido por el dolor de la distancia. Proyecto inacabado a la muerte del autor y en cierto modo inacabable,Cuerpos divinos vuelve sobre los temas claves de Cabrera Infante, pero les añade el fervor testimonial de quien aspira a recordarlo todo para impedir que su mundo privado caiga en el olvido.
Un recorrido por los orígenes literarios de una de las nuevas promesas de las letras españolas.
Cultivos es la segunda entrega del ciclo «Piezas de Resistencia», que Julián Rodríguez abriera en 2004 con Unas vacaciones baratas en la miseria de los demás. Volumen de memorias, diario y cuaderno de notas, habla de la relación de su autor con el mundo rural del que procede y de su descubrimiento de las palabras. Es un libro sobre el aprendizaje de escribir, sobre la «demolición» de algunos proyectos personales y políticos y sobre la importancia real de la literatura en este tiempo, ahora.
Cumbres Borrascosas (1847) se ha convertido en la gran novela romántica por excelencia, o, aún más, en un mito moderno que ha inspirado películas, óperas, secuelas y canciones pop. La única novela de Emily Brontë ?«árida y nudosa como la raíz del brezo», según su hermana Charlotte? bebe sin duda de la fascinación por el género gótico: hay en ella apariciones, noches sin luna, confinamientos desesperados y crueldad sin medida. Pero la tensión y la incertidumbre que imprime a sus atormentados personajes y su tortuosa trama superan toda convención y nos sumergen en una atmósfera de pesadilla que difícilmente volveremos a encontrar en la historia de la literatura.
Una de las mayores historias de amor de la literatura y quizá la mejor representante del romanticismo ingles
Cumbres borrascosas, la epica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Con ella, Emily Brontë, que la publicó bajo un seudónimo masculino, rompió por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía en toda novela, tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes. La singularidad de su estructura narrativa y la fuerza de su lenguaje la convirtieron en una de las obras más perdurables e influyentes de la historia de la literatura.
En el escenario opresivo de un escarpado, oscuro y ventoso paisaje rural de la Inglaterra victoriana, entre las cumbres borrascosas que simbolizan el agitado mundo interior de los protagonistas, Emily Brontë situó la imposible relación entre el joven Heatcliff, de origen humilde, y la adinerada Catherine Earnshaw. Rechazado y humillado por su baja clase social, obligado a renunciar al paraíso, Heatcliff se rebelará contra su destino con el poder de un ángel caído que se rebela contra Dios, consagrando su fuerza y su energía salvaje, implacable, a destruir esos valores tradicionales y eternos que le han sido negados: “He vencido a mis antiguos enemigos y ahora puedo, si quiero, completar mi venganza en sus descendientes”.