Dos jóvenes se encuentran una tarde de septiembre en un casino alemán; no se conocen ni son presentados; pero él, Daniel Deronda, mira cómo ella, Gwendolen Harleth, juega y pierde a la ruleta. A ella su mirada le parece de «una ironía exasperante». Daniel, hijo adoptivo de un barón liberal que lo ha tratado siempre con cariño y educado impecablemente, pero nunca le ha dicho quiénes son sus padres, vive con un sentimiento de ilegitimidad pero tiene una personalidad afectuosa y sentimientos delicados: es capaz de hacer grandes gestos por los demás. Para Gwendolen, en cambio, los demás solo están para admirarla: está decidida a ser feliz… como mínimo a no dejar pasar la vida igual que otros; y además afirma: Cuando apunto no puedo evitar dar en el blanco. Pero su familia no tardará en caer en la ruina y su única vía de escape será casarse con un hombre rico al que crea que pueda dominar. Deronda, por su parte, rescata de ahogarse en el Támesis a una muchacha judía que ha huido de un padre explotador y se encarga de velar por su porvenir. Las relaciones de estos personajes se entrecruzan de las formas más inesperadas, creando una tensión presidida por el desafío de llevar una vida nueva y desconocida.
Una damisela en apuros coge al dragón por los cuernos en esta épica novela de fantasía que le da la vuelta a los clichés de los cuentos clásicos.
Esta historia, basada en un guion original de Dan Mazeau, es la próxima gran adaptación de Netflix,protagonizada por la estrella de Stranger Things y Enola Holmes, Millie Bobby Brown.
Después de una carrera plagada de éxitos sobre los escenarios operísticos más importantes, me he visto sumergida en una complicada situación profesional que se ha agravado aún más por mi situación personal.
Mi marido ha desaparecido, no me responde a las llamadas y, por si eso no fuera ya bastante humillante, he descubierto que me ha dejado con serios problemas económicos. Así que no me ha quedado más remedio que actuar en una ópera rock, con argumento romántico y características muy alejadas de mi registro como mezzosoprano, a pesar de que mi prestigio haya quedado en entredicho.
Si ya dudaba si aceptar o no ese trabajo, tras conocer al coprotagonista me pregunto si seré capaz de soportarlo: un roquero sin filtro verbal y de cuestionable estilo al vestir, que me birla el maquillaje y que siempre está rodeado de fans dispuestas a todo por su ídolo.
Y cuando creo que ya no puedo hundirme más, recibo una inesperada noticia sobre mi marido que me impacta como un monumental bofetón emocional.
Pero como reza el dicho: no se vayan todavía, aún hay más...
Henry James, hijo de un destacado teólogo y profesor norteamericano del mismo nombre, y hermano menor del filósofo William James, fue un niño tímido y adicto a los libros. Cuando era adolescente su familia viajó a Ginebra, París y Londres, donde James aprendió idiomas y adquirió un conocimiento del carácter europeo como pocos estadounidenses de su época. Uno de los temas recurrentes en su obra futura sería precisamente el choque entre la inocencia y exuberancia del Nuevo Mundo y la más sabia y sofisticada cultura aristocrática europea. La primera historia corta publicada por Henry James, "Una tragedia de enredo", que abre este volumen, apareció anónimamente en The Continental Monthly en 1864. Poco después, James se hizo amigo de William Dean Howells, editor de The Atlantic Monthly, que publicó sus obras de forma regular. Henry James fue uno de los escritores más prolíficos del siglo XIX. Sus obras más conocidas, Retrato de una dama (1881), Las bostonianas (1886) y Los embajadores (1903), así como muchos de sus relatos, en especial "La figura en la alfombra" (1896) y "Otra vuelta de tuerca" (1898), no han dejado de publicarse y leerse hasta nuestros días. El presente volumen reúne veinte relatos aparecidos entre 1864 y 1909 que abarcan los diferentes periodos de la carrera literaria de Henry James.
El enfrentamiento entre el refinado y seductor Viejo Mundo, aunque cínico, corrupto y desgastado, y el vitalismo ingenuo pero basto de la riqueza del Nuevo Mundo fue uno de los temas recurrentes de Henry James. El contraste entre ambas culturas, la norteamericana y la europea, le proporcionó el material para novelas como Roderick Hudson (1875), El americano (1877), Los europeos (1878) y esta Daisy Miller (1878).
La historia comienza con el encuentro de dos norteamericanos en un hotel de la rígida y puritana Ginebra: un diletante que parece no decidirse por nada, expatriado en Europa, y una espontánea, coqueta y rústica heredera en viaje "cultural" con su familia. Ambos se sienten atraídos pero el joven Winterbourne reprime su interés ante el prejuicio de sus parientes y amistades por pertenecer Daisy a "la clase de norteamericanos que tenemos el deber de no aceptar". Se da la voz de alarma entre el arribista círculo social de norteamericanos establecidos en Europa y, por su indecisión, Winterbourne es también arrastrado a la implacable respuesta de esta moral colectiva que rechaza a Daisy Miller.
Richard Bone es un bala perdida bien parecido que malvive como gigoló en Santa Barbara. Sin residencia fija, suele dormir en el sofá de su amigo Alex Cutter, un veterano de Vietnam tullido, trastornado y explosivo a quien Mo, su esposa, se resiste a abandonar. Sin otro horizonte que el de beberse el próximo cheque de la pensión de invalidez, el naufragio de Bone, Cutter y Mo parece irreversible, hasta que una madrugada, volviendo a casa de la pareja, Bone sorprende deshaciéndose de un cadáver a un individuo que se parece vagamente al magnate J. J. Wolfe. La mera posibilidad de que Wolfe haya cometido el crimen espolea la mente paranoica de Cutter, que no tarda en idear un plan para extorsionar al multimillonario. Pese a su incredulidad, Bone va cediendo a la presión de su amigo tullido y se deja arrastrar en una carrera enloquecida hacia el oro de Wolfe, convencido sin embargo de que el asunto no es más que una quimera fabricada por la imaginación del atormentado Cutter. Pero, ¿y si fuera verdad? Publicada por primera vez en 1976 e inédita hasta ahora en castellano, "Cutter y Bone" es considerada, junto con "Dog Soldiers" de Robert Stone, una de las mejores novelas sobre los fantasmas de la sociedad norteamericana post Vietnam.