En 1942, Lawrence Pritchard Waterhouse, genio matemático y capitán de la marina estadounidense, colabora con Alan Turing y especialistas de Betchely Park en la tarea de descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje.
Sesenta años más tarde, la empresa de su nieto y brillante criptohacker, Randy Waterhouse, proyecta crear la Cripta, un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática.
Al final, ni siquiera Wagner o el «oro del Rhin» han de resultar ajenos a la plural y camaleónica trama de Criptonomicón, un tour de force narrativo incomparable, desmesurado y sorpréndete. Un hito en la narrativa moderna, con una atrevida mezcla de géneros: ciencia ficción, ucronía y thriller, entre otros, que componen una novela llena de humor e ironía.
Una atrevida, amena e irónica mezcla de ciencia ficción, ucronía y thriller.
El genio matemático Lawrence Pritchard Waterhouse colabora en 1942 con Alan Turing y especialistas británicos de Betchely Park para descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje.
Sesenta años más tarde, la empresa de Randy, su nieto y brillante criptohacker, proyecta crear un paraíso de datos y exponente de la libertad informática: la Cripta.
Criptonomicón se traslada al escenario bélico del Pacífico para plasmar las aventuras del marine Shaftoe en busca de MacArthur, así como las de Lawrence, con su imaginativo tratamiento matemático de la cualidad y efectos de las eyaculaciones, y las de un Randy enfrentado a las mafias de la política, la tecnología y las finanzas.
La novela de culto de los hackers.
En 1942, Lawrence Pritchard Waterhouse, genio matemático estadounidense, colaboró con otros especialistas en descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje. Sesenta años más tarde, su nieto Randy, un brillante criptohacker, proyecta crear un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática: La Cripta.
Si las matemáticas de los primeros criptoanalistas se vieron sometidos a las necesidades de la Segunda Guerra Mundial, la Cripta está condicionada por las leyes y normas de las altas finanzas internacionales y la infotecnología.
Esta obra, con su ironía y amenidad, es a la criptología y la narrativa ciberpunk lo que El señor de los Anillos es a la magia y a la fantasía. Criptonomicón es un ciberthriller y el nuevo libro de culto de los hackers.
Raskólnikov es un joven de veintitrés años que acaba de terminar sus estudios y que malvive en una buhardilla de San Petersburgo. A pesar de su pobreza, es apuesto y elegante y de una gran inteligencia. Desde el principio de la novela acaricia el plan de robar y matar a una prestamista, una anciana ciertamente desalmada y mezquina. Originalmente titulada Los borrachos, con el propósito de desarrollar el tema del alcoholismo en la familia, Crimen y castigo ?que aquí ofrecemos en una nueva traducción de Fernando Otero Macías fue escrita por Dostoievski en una época de deudas y penurias muy particular. Hoy es, incuestionablemente, su obra más conocida.
Crimen y castigo es una de las novelas psicológicas de Dostoievski. Su argumento gira en torno a un joven estudiante que no encuentra otra solución para aliviar su pobreza que matar y robar a una vieja usurera. La novela está estructurada sobre un tema ético: el fin no justifica los medios. Se asiste así a un complicado proceso mental durante el cual el estudiante elabora meticulosamente su crimen, sin pensar en las consecuencias directas y materiales que le pueda reportar. Únicamente al final y a través del amor, le llegará el arrepentimiento redentor.
Crimen y castigo (1866) es seguramente la obra más lograda de Fiódor Dostoyevski (1821-1881). En esta parábola de transgresión y expiación, las elucubraciones de su protagonista Rodion Raskolnikov -nihilista descarriado por las teorías utilitaristas procedentes de Occidente- en torno al derecho de los hombres extraordinarios a utilizar el asesinato como medio para alcanzar fines superiores confieren al relato su carga ideológica. Sin embargo, los argumentos doctrinales encaminados a justificar la muerte de una vieja prestamista se combinan de forma inextricable con el estudio psicológico del criminal, cuyo forcejeo y desgarro íntimos confieren a la novela sus excepcionales complejidad y hondura.