Imagina que hay otra España desde el golpe del 23-F. Y que vivimos en una dictadura militar.
Imagina que te llamas Libertad Guerra y eres periodista en el diario Pueblo, en Madrid. Que tu padre fue un poeta rojo y que en Lerma, vuestro pueblo, acosan a tu madre. Imagina que, mientras agoniza la movida de los 80, te enrollas con Imanol, un joven actor vasco. Y que la policía lo detiene y desaparece. Imagina que un flechazo te ha perforado. Y que tienes que encontrar a Imanol como sea.
Cuando tenía doce años, Gwendy Peterson conoció a Richard Farris, un tipo misterioso que le pidió que cuidara de una extraña caja de botones.
Ahora, Gwendy es una afamada novelista y su carrera política está empezando a despegar. Parece que lo tiene todo a su alcance, pero entonces el insólito objeto vuelve a su vida. Las fuerzas del mal se han apoderado por completo de la caja de botones y ahora recae sobre Gwendy la responsabilidad de alejarlas de ella. ¿Su última misión? Salvar al mundo. Y puede que a todos los mundos.
Franny Stone es el tipo de mujer incapaz de comprometerse. Sin embargo, cuando la naturaleza que adora comienza a desaparecer, no puede seguir por el mundo sin un destino. Dejando todo atrás, llega a Groenlandia para seguir a los últimos charranes árticos del mundo en su migración final hacia la Antártida. Convence a Ennis Malone, capitán del Saghani, de que la acepte a bordo con la promesa de que las aves los llevarán a un sitio de pesca. Pero a medida que la historia de Franny comienza a desvelarse -una apasionada relación amorosa, una familia ausente y un crimen devastador-, queda claro que está persiguiendo algo más.
La última migración es una novela fascinante sobre la capacidad de perdonarse, la resiliencia y la posibilidad de esperanza ante un mundo al borde del colapso.