Flor tiene un don: puede predecir el día que morirá alguien. Así que, cuando anuncia que quiere organizar un velatorio en vida -una fiesta que reúna a su familia y a la comunidad para celebrar la larga vida que ha tenido-, sus hermanas se sorprenden. ¿Acaso Flor ha previsto su propia muerte o la de alguien más? ¿Tendrá otros motivos? En cualquier caso, se niega a decírselo a sus hermanas, Matilde, Pastora y Camila.
Sin embargo, Flor no es la única que guarda secretos: sus hermanas también tienen los suyos. Y la siguiente generación, las primas Ona y Yadi, también deberán enfrentarse a sus propios problemas.
Amaia dio un paso adelante para ver el cuadro. Jasón Medina aparecía sentado en el retrete con la cabeza echada hacia atrás. Un corte oscuro y profundo surcaba su cuello. La sangre había empapado la pechera de la camisa como un babero rojo que hubiera resbalado entre sus piernas, tiñendo todo a su paso. El cuerpo aún emanaba calor, y el olor de la muerte reciente viciaba el aire.»
El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está a punto de comenzar. A él asiste una embarazada Amaia Salazar, la inspectora de la Policía Foral que un año atrás había resuelto los crímenes del llamado basajaun, que sembraron de terror el valle de Baztán. Amaia también había reunido las pruebas inculpatorias contra Jasón Medina, que imitando el modus operandi del basajaun había asesinado, violado y mutilado a Johana, la adolescente hija de su mujer.
Pasado, presente y peligro se entrelazan en la nueva novela de suspense romántico de la superventas Nora Roberts.
Adrian Rizzo es una mujer hecha a sí misma: dueña de su propia marca de fitness, disfruta de una vida acomodada en la ciudad de Nueva York. Cuando comienza a recibir amenazantes poemas anónimos, lo achaca a la envidia que despierta su exito en algunas personas.
Adrian se traslada a la pequeña localidad de Traveller's Creek para cuidar de su abuelo y allí se reencuentra con Raylan, un amigo de la infancia que sigue teniendo los mismos intensos ojos verdes que ella recuerda. Pero, a partir de ese momento, las amenazas van en aumento y parecen apuntar a un motivo mucho más mortal que la envidia: la venganza.
El pasado está a punto de llamar a la puerta de Adrian, y solo si se enfrenta a el podrá conseguir su final feliz.