Oxenford Medical, una empresa farmacéutica escocesa dedicada a la investigación de vacunas contra los virus más peligrosos, se dispone a pasar la Navidad bajo un temporal de nieve. Cuentan con los sistemas más avanzados de seguridad, de modo que nadie espera ninguna incidencia seria. También Stanley Oxenford, su propietario, se dirige a casa para pasar la noche con sus hijos. Los problemas entre ellos acabarán estallando, pero pronto quedarán olvidados: sin saberlo, van a vivir un infierno. Porque justamente esa noche se produce el robo de un peligrosísimo virus. Los ladrones, sin embargo, quedan atrapados por el temporal. Y, en su errática huida, van a llegar al peor sitio de todos....
1442. Arnau Estanyol, nieto del protagonista de La catedral del mar, sirve con fervor al rey de Aragón en la conquista de Nápoles cuando los enemigos eternos de la familia aprovechan su ausencia para irrumpir en su palacio y atacar a su hijastra, la joven Marina, con consecuencias devastadoras para todos. Así arranca una deslumbrante novela épica que recorre la segunda mitad del siglo XV, unos años que supusieron el final del oscurantismo medieval y el inicio de un periodo más luminoso, el Renacimiento. Arnau Estanyol, descendiente de esos años oscuros, verá cómo el mundo se transforma a su alrededor, cómo cambia el arte de la guerra y cómo el amor es capaz de transformar el corazón más endurecido.
Proust fue uno de los primeros novelistas en tratar por extenso la homosexualidad de hombres y mujeres y considerarla parte de la vida humana, donde en su tiempo se desplegaba secretamente en una duplicidad a la vez psicológica y social. Gran parte de Sodoma y Gomorra (1921-1922) gira en torno al barón de Charlus, ignorante de que sus inclinaciones son un secreto a voces, pero que deslumbra con su linaje, que se remonta a los principios de la historia de Francia, a los jóvenes «inferiores» con los que se relaciona y le causan no pocos disgustos. Pero gira también en torno a Balbec y a Albertine, al «andar persiguiendo fantasmas» de un narrador que avanza en «el camino funesto y destinado a resultar doloroso del Saber». En La prisionera (publicada póstumamente en 1923), el narrador se lleva a Albertine a vivir a su casa en París y la vigila constantemente, buscando en las frases más insignificantes, en los silencios, en las contradicciones, indicios de que le es, ha sido o será infiel.
En busca del tiempo perdido, el joven narrador sigue persiguiendo, sin encontrarla, su «vocación invisible» de escritor: «Le resulta a usted más entretenido no hacer nada», le dice su amigo Saint-Loup. Aunque va acumulando nuevas decepciones, lo encontramos más templado, algo menos introspectivo. Su gran iniciación es ahora en la antiquísima aristocracia del Faubourg Saint-Germain, un mundo tan jerarquizado y con tantas capas que moverse por ellas exige la pericia de un malabarista: el temor a no estar a la altura en una cena, las rivalidades y deseos de emulación entre familias y salones, los ingenios y los desprecios componen un cuadro de ansiedad social que despierta tanta admiración como burla. Vuelven a aparecer los temas del amor como «creación ficticia» y de las ambiguas conexiones entre sensibilidad y memoria, pero esta vez en un marco histórico determinado por el furor antisemita que produjo el caso Dreyfus. Gracias a él muchos advenedizos pertenecientes a «la Liga de la Patria Francesa y no sé qué más» consiguen colarse en los altos estamentos, «como si una opinión política fuera una calificación social»; y por culpa de él se pelean entre sí los mayordomos de distintas casas, que tienen una forma de pensar tan compleja como la de sus señores. El temible cronista de sociedad que siempre fue Proust despliega aquí la herencia balzaquiana en todo su esplendor e impregna incluso la representación compasiva de la intimidad y el dolor.
El narrador de En busca del tiempo perdido cuenta cómo se forma y se decide una vocación de escritor cuando el poder de la impresión sensorial es tan grande que debe salvar una ardua distancia para convertirse en lenguaje. Pero la novela no es solo un magnífico estudio de psicología de la percepción, sino también una crónica tan fidedigna como mordaz de la Belle Époque. Ofrecemos aquí, en una nueva traducción de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego, el primer volumen con las dos primeras partes de esta obra magna, Por donde vive Swann (1913) y A la sombra de las muchachas en flor (1917), centradas en la infancia y adolescencia del narrador, en sus primeros amores y todas sus ansiedades, placeres y decepciones.
Aunque es internacionalmente conocida por su ficción, Ursula K. Le Guin comenzó a escribir poesía en 1959 y nunca dejó de hacerlo. En busca de mi elegía reúne el trabajo de su vida, ofrece una selección de lo mejor de sus seis volúmenes anteriores de poesía y presenta un poderoso grupo de poemas, a la vez terrenales y trascendentes, escritos en la primera década del siglo XXI.
Fruto de más de medio siglo de escritura, los setenta poemas seleccionados y los setenta y siete nuevos abordan temas como la guerra y la creatividad, la maternidad y el mundo natural, y brillan con humor y vívida belleza. Estas conmovedoras obras de arte son un ajuste de cuentas con toda una vida.