Dos sitios y dos épocas diferentes: el Madrid de los ochenta, en plena ebullición, y la Barcelona de diez años más tarde, una ciudad igualmente vibrante.
Náufragos recrea la relación entre Alejandra y Julio en este espacio urbano y poético donde se entrelazan los sueños, el amor y la incertidumbre. En él compartirán experiencias y reflexiones, pero las circunstancias laborales y familiares los irán separando, pese al empeño de ambos por negar la evidencia de que sus vidas ya han tomado rumbos diferentes.
Una edición que incluye la práctica totalidad de los relatos de Stendhal (exceptuando las crónicas italianas), algunos de ellos inéditos en español y la mayoría sin traducir desde hace más de cincuenta años. Presentamos la narrativa de Stendhal, prácticamente en su totalidad. Con piezas inéditas y poco conocidas de su autor, el libro reúne desde primeros esbozos narrativos hasta obras características de madurez, un total de veinte relatos de distinta extensión entre los que figuran Vida y muerte de Mina de Vanghel, Recuerdos de un caballero italiano, la inacabada Rosa y verde, y dos relatos ultrarrománticos de tema español, El bedizo y El arca y el fantasma.
Según H.P. Lovecraft, la diferencia entre E.A. Poe y sus ilustres predecesores estriba en que éstos habían trabajado a oscuras, sin comprender la base psicológica del atractivo del terror. Poe comprende el mecanismo y la fisiología del miedo y de lo extraño, estudia la mente humana más que los usos de la ficción gótica, y trabaja con unos conocimientos analíticos de las verdaderas fuentes del terror, lo cual incrementa la fuerza de sus relatos y los libra de los absurdos inherentes al estremecimiento convencional y estereotipado. Así pues, Poe no sólo compuso obras maestras del género, sino que también teorizó sobre él, buscando siempre la emoción estética más intensa, que a su juicio se encontraba en la provocación del «horror».
La selección del presente volumen se centra exclusivamente en las historias que persiguen deliberadamente provocar dicho «efecto»: es decir, la radicalización del placer literario de lo macabro.