Nocturno de Chile relata una noche de agonía en la vida de Sebastián Urrutia, excusa para recorrer la historia de un país infernal «que no sabe muy bien si es un país o un paisaje».
Sacerdote derechista, reconocido crítico literario, ignorado poeta, Sebastián Urrutia Lacroix se encuentra tendido en la cama una noche que parece ser su última en este mundo. El sudor, el delirio, la certeza de un final y su dolencia lo aquejan cruelmente. Pero más febril que su enfermedad es el alud de recuerdos, la avalancha incontenible de un pasado fantasmal de halcones adiestrados para cazar palomas, de lecciones de marxismo a un dictador en ciernes, de un artista abandonado a sí mismo en la inanición, de tertulias iluminadoras en una casa sumida en la herrumbre de la tortura.
Interrumpido solamente por el «joven envejecido» de su consciencia, el monólogo de Urrutia se alza por encima de los muros de una ciudad hundida en el toque de queda.
Harry Booth es un ladrón. Lleva una vida tranquila y llena de cautela, sin ataduras, hasta que se cruza en su camino Miranda Emerson, hija del profesor de Literatura especializado en Shakespeare de la Universidad de Carolina del Norte. Aunque intenta mantenerse alejado de la inteligente pelirroja, no puede dejar de pensar en ella. Y justo cuando por fin tiene una oportunidad de ser feliz, su pasado lo encuentra.
Ha lidiado con gente muy peligrosa, pero el peor de todos es Carter LaPorte. No importa dónde o bajo qué nombre se oculte Harry: no puede escapar. Si quiere tener una vida, primero deberá enfrentarse a su mayor enemigo de una vez por todas.
Porque solo así podrá ganar algo más valioso que todo lo que ha robado: el corazón de Miranda.
En una antigua zona de marismas de la capital islandesa, aparece flotando en un estanque el cadáver de un vagabundo. Como a casi nadie le importa su muerte, la policía archiva rápidamente el caso. Un problema menos. Sin embargo, un joven agente llamado Erlendur, que conocía al mendigo de sus rondas por el corazón de la ciudad, empieza a obsesionarse con las circunstancias del trágico suceso. Hay varios detalles que indican que no se trató de un simple accidente y Erlendur tiene la firme convicción de que todos merecen justicia.