Moebius revolucionó todos los mecanismos narrativos del cómic a partir de los años setenta. Con «El Garaje Hermético», «Arzach», «El mayor Fatal» y varias decenas más de historias, cambió por completo el medio, redefinió irremisiblemente la fantasía y la ciencia ficción de nuestra era e influyó de manera perenne en varias generaciones de autores.
Eduardo Chirinos (Lima, Perú, 1960-Missoula, Montana, 2016) es conocido como poeta, ensayista, traductor y autor de cuentos para niños. Sus libros de poesía son: Cuadernos de Horacio Morell (1981), Crónicas de un ocioso (Premio Municipalidad de Lima, 1983), Archivo de huellas digitales (Premio Copé, 1985), Rituales del conocimiento y del sueño (1987), El libro de los encuentros (1988), Canciones del herrero del arca (1989), Recuerda, Cuerpo? (1991), El equilibrista de Bayard Street (Premio El Olivo de Oro, 1998).
En estos dos brillantes relatos pacifistas, Stefan Zweig denuncia la deshumanizadora Gran Guerra que pulverizó la libertad y la dignidad de los europeos enfrentados entre sí. Ferdinand, el protagonista del primero, es un joven exiliado en Suiza que, pese a su sentido del deber, no desea comparecer ante el médico militar que lo enviará a la guerra, obligándolo a contribuir a la gran tragedia europea. En «Wondrak», Ruzena lucha en vano por evitar que la monstruosa contienda le arrebate a su único hijo. Como señala Patricio Pron en el iluminador prólogo, para cuando el lector lea estos relatos millones de personas «estarán habitando el mundo en guerra que describió Zweig y, como sus personajes, tendrán que tomar la decisión de si desean pelear por su país o por un propósito más noble y duradero. ¿Puede la literatura ayudarlos a comprender esa decisión? Es posible que sí, y que estos relatos sean una prueba de esa potencia de la ficción».