El poder de la mente puede llevarte hasta los rincones oscuros.
¿Cuánto valoras tu libertad?
Una mujer cubierta de sangre huye en plena noche para salvar la vida...
Seis personas asesinadas salvajemente a su espalda...
Dos inspectores de la Guardia Nacional volcados para encontrarla...
Un laboratorio secreto enterrado en las profundidades de la selva mexicana...
Y un objeto de incalculable valor que podría dinamitar la sociedad actual.
La tranquilidad de El Cruce, una ciudad próxima a la selva Lacandona, en México, se verá enturbiada al ser el escenario de un crimen múltiple. La inspectora, Valentina Vargas y su compañero, Sebastián Cruz, de la Guardia Nacional, intentarán encontrar respuestas a los crímenes mientras buscan a Nora Baker. La mujer que se ha fugado de un laboratorio oculto en la selva. Con ella, se ha llevado un objeto de vital importancia para el Núcleo, una organización secreta presente en los más altos estratos sociales, que lleva a cabo proyectos que ponen a prueba el potencial humano. El desafío de Nora llevará a una persecución por todo el país en la que estarán involucrados la policía, el CNI mexicano, la CIA, un neurocirujano y un boina verde.
Alaxi Dalem está acostumbrado a una vida demasiado tranquila, como agricultor y padre de familia, en un pueblo perdido del desierto de Mojave.
Cuando recibe la visita de dos militares su pasado le explota en la cara: Lena Gradavi, alto mando de defensa, ha sido secuestrada en el Karón, un proyecto que crearon a medias en la universidad.
Dicha máquina crea mundos virtuales, a partir de los recuerdos, y tuvo que ser prohibida y retirada. Alaxi es el único capaz de conectarse.
¿Por qué ha vuelto allí Lena? ¿Quiénes la retienen? Su marido, el general Ritcard, teme por Quimera, el sistema de datos que gobierna el país.
Alaxi acepta conectarse a la mente de Lena, pero sus males acaban de empezar: ella es también su ex y él la dejó de la peor manera, lo que convierte la misión en un auténtico infierno.
La vida de Doug Peacock ha estado marcada por los tres años que pasó combatiendo en Vietnam y viendo demasiados daños colaterales, «esa expresión cobarde con la que los gobiernos aluden a los cuerpos inocentes desmembrados que resultan de la mayoría de ataques aéreos», nos aclara el autor. A su regreso a Estados Unidos, Peacock decidió afrontar su diagnóstico de estrés postraumático poniendo toda su rabia y su experiencia de combate al servicio de la defensa de la naturaleza. Así llegó a ser el que hoy es y cuyo relato vital se cuenta en este libro: un ecologista radical, subversivo e íntimamente convencido de que lo salvaje es lo único que queda en este mundo que merece la pena salvar. De este modo, Peacock nos relata con pluma y tempo magistral sus aventuras y desventuras (algunas legales, otras muchas ilegales, basadas en el asalto y el sabotaje), que tienen lugar en los territorios que habitan algunos de los seres más fascinantes de este planeta: osos de todas las latitudes y colores, así como lobos, búfalos, jaguares, tigres siberianos, ballenas boreales, aves de las Galápagos... por no hablar de narcotraficantes un pelín desequilibrados, rancheros mafiosos o latifundistas despiadados.