Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida a sus espaldas, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito cántabro de Suances. Durante las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en distintas ciudades de Cantabria, que, unidos a los insólitos resultados forenses de las víctimas, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que iniciará un denso viaje personal y una carrera contrarreloj para descubrir al asesino.
Sueños y puentes, frecuentes motivos en su obra, se funden en el título del libro con el que obtuvo el Premio de poesía del Consejo nórdico, Puentes de sueños, que según el autor es un libro único en su carrera ya que los poemas reflejan experiencias oníricas trasladadas directamente al papel, sin retocar.
Ha ocurrido un asesinato en el Elíseo, un retiro situado en una mansión en medio de la campiña inglesa. Cuando llegas al lugar de los hechos te encuentras con la víctima: el cuerpo de un empresario local yace en el césped con una rosa en la boca y una horca de jardinería clavada en el corazón. Todo parece indicar que se trata de un asesinato y que ya estaba muerto cuando cayó desde el balcón de arriba. Sin embargo, solo se puede acceder a él a través de una puerta cerrada, cuya llave ha desaparecido?