Una brillante novela policiaca donde la Verdad mide sus fuerzas frente a los intereses de los poderosos.
Una aburrida tarde de agosto, el farmacéutico de un pequeño pueblo siciliano recibe un anónimo en el que le amenazan de muerte y al que, sin embargo, no da importancia. Pero, días después, el farmacéutico muere asesinado en el monte junto a otro respetable lugareño, el médico Roscio. Mientras los rumores que se desatan causan daños irreparables, y la policía y los carabineros dan palos de ciego, sólo Laurana, un anodino pero culto profesor de instituto, sigue una pista que tal vez conduzca hasta el asesino. Ha descubierto que el anónimo estaba confeccionado con palabras recortadas de un diario católico y conservador,L’Osservatore Romano, pues su logotipo,Unicuique suum–«A cada cual, lo suyo»–, figura en el reverso de los recortes. Y se lanza a hurgar en la vida de sus vecinos.
Fallon y Ben se encuentran por casualidad cuando sus vidas están cambiando. Ella está a punto de instalarse en Nueva York con la esperanza de cumplir su sueño y convertirse en actriz de teatro, y Ben quiere ser escritor. Se cruzan como dos estrellas fugaces pero la intensidad de lo que comparten les lleva a fijar una cita anual, el 9 de noviembre, para no olvidarse. Fallon se convierte entonces en la inspiración de Ben, en su musa. En cada encuentro anual obtiene material para continuar escribiendo, y los dos se explican sus vidas. Hasta que en una de las citas Fallon empieza a dudar de lo que Ben le cuenta, ¿es posible que se haya inventado una vida de novela? ¿Y por qué haría algo así?
«No seas demasiado dura conmigo, Fallon. Tengo el corazón frágil.»