Primera entrega de la exitosa serie After, que ha conquistado a millones de lectores en todo el mundo.
Tessa Young se enfrenta a su primer año en la universidad. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, su mundo cambia cuando conoce a Hardin, el chico malo por excelencia, con tatuajes y de mala vida.
La inocencia, el despertar de la vida, el descubrimiento del sexo… un amor infinito, dos polos opuestos hechos el uno para el otro.
Llega la versión gráfica de la exitosa saga.
Tessa Young es una chica buena y responsable, tiene un novio atento y sabe lo que quiere, al igual que su madre que está decidida a mantenerla por el buen camino. Pero al mudarse a su nueva habitación en el campus se cruza con Hardin Scott, un chico de pelo castaño y alborotado, arrogante acento británico y tatuajes por todo el cuerpo.
Es muy atractivo, seguro de sí mismo y maleducado, rozando la crueldad. Con esa actitud Tessa debería odiarlo al instante pero algo de su oscuro comportamiento la atrae, y es solo cuestión de tiempo que Hardin encienda una pasión que ella jamás ha experimentado.
Hardin le dirá cosas bonitas, para luego insistir en que no es bueno para ella, inventándose excusas y desapareciendo una y otra vez. Y aunque Tessa intentará alejarse de él, solo conseguirá sentirse cada vez más atraída y dispuesta a desenmascarar al verdadero Hardin, bajo todas sus mentiras.
Isabel Allende trae sus poderes mágicos como cuentista a un nivel muy personal y con un encanto peculiar a las entrelazadas y sensuales artes de la comida y el amor. Mezclando recuerdos personales con el folklore del mundo, leyendas históricas, y momentos memorables de la literatura erótica y de otros tipos, Allende enriquece su narración con porciones semejantes de humor y perspicacia.
Combinando un banquete de hechos fascinantes sobre los poderes afrodisíacos de los alimentos y las bebidas, Allende los sirve con convincente admiración y debida irreverencia. Ella ofrece sugerencias, tanto antiguas como modernas, para atraer a un amante, encender el ardor sexual, prolongar el acto sexual, reactivar la decadente virilidad. Metiéndose en el caldero de la historia, ella nos informa sobre los apetitos lascivos de todos, desde el emperador Nerón a Catalina la Grande hasta la notoria Madame du Barry de Francia.