Terrestre bien podría ser definido como un libro de palabras en completa libertad. Imaginativo, con estructuras narrativas audaces, Cristina Rivera Garza escribe aquí sobre trayectos terrestres que nos llevan a distintos lugares de México y el mundo, y a distintos destinos del cuerpo. A pie, en bus o en tren, las jóvenes protagonistas de estas historias avanzan acompasadas por rutas ignotas, inventando para sí nuevos modos de ocupar los espacios negados y en disputa.
(Ciclo 984 después de Argia).
En la última y más cruenta guerra entre los hombres, uno de los bandos recurrió al poder prohibido de los dragones a través de Argia, la maga más poderosa que jamás ha pisado el planeta de los dos soles. Dicen que fue tras la destrucción de esa última guerra donde la maga dio a luz al primero de los dragos: mitad humano, mitad dragón.
Muchos Ciclos después, en la insólita península de Terradraga, entre kórtodos, suargos, dracknodones y bograx, dos dragos huérfanos irán encajando las piezas de la historia que los une. Para ello vivirán una trepidante aventura en la que la magia, el amor y el coraje se convertirán en la llama que alimente el fuego de la libertad.
Un relato épico en el que descubriremos los secretos de la Forja: la olvidada escuela de los dragos azules, el poder oculto que puede albergar un misterioso libro, o la forma en la que la música se convierte en símbolo de la resistencia y unión entre los rebeldes de la Llama, un ejército de desheredados unidos para luchar contra la dictadura de la reina Tëesha y el príncipe Crimson.
«Un drago un fuego, unidos un incendio.»
Felipe II, el "Defensor de la Fe", es el soberano más poderoso del orbe. Largos años ha luchado contra judíos, musulmanes y protestantes, y sus súbditos han sufrido excesivos impuestos, pestes, intolerancia... Su reinado agoniza en tanto nace un mundo diferente: los castillos son sustituidos por las urbes, los campesinos por los villanos, los príncipes y reyes por los burgueses; falsos profetas dominan los caminos y hablan de un renacimiento. Felipe está cansado y enfermo; el arrepentimiento de sus excesos lo lleva a recluirse en el lugar que ha mandado construir para ser su última morada: El Escorial.
Novela galardonada con el Premio Planeta
Un crimen terrible sacude la apacible comarca de la Terra Alta: los propietarios de su mayor empresa, Gráficas Adell, aparecen asesinados tras haber sido sometidos a atroces torturas. Se encarga del caso Melchor Marín, un joven policía y lector voraz llegado desde Barcelona cuatro años atrás, con un oscuro pasado a cuestas que le ha convertido en una leyenda del cuerpo y que cree haber enterrado bajo su vida feliz como marido de la bibliotecaria del pueblo y padre de una niña llamada Cosette, igual que la hija de Jean Valjean, el protagonista de su novela favorita: Los miserables. Partiendo de ese suceso, y a través de una narración trepidante y repleta de personajes memorables, esta novela se convierte en una lúcida reflexión sobre el valor de la ley, la posibilidad de la justicia y la legitimidad de la venganza, pero sobre todo en la epopeya de un hombre en busca de su lugar en el mundo.
Tres muchachas comparten piso en Londres. La primera es una fría y eficiente secretaria; la segunda, una talentosa artista; y la tercera sale en busca de Hércules Poirot, interrumpiéndole durante su desayuno de brioche y chocolate caliente, para confesarle que es la asesina de sus otras dos compañeras. Después desaparece misteriosamente.
En medio de rumores sobre armas de fuego, cuchillos automáticos y rastros de sangre, Poirot deberá emplear al máximo sus células grises para establecer, sin evidencia alguna, si la tercera muchacha es efectivamente culpable.
Este Tercer libro de crónicas reúne algunas de las crónicas que António Lobo Antunes escribió entre 2002 y 2004. El oficio de escritor y las dudas que lo asaltan («¿seré capaz?»), su estancia en Angola, la infancia «en una casa con una acacia», la familia(«estos seres extraños en los que se prolongan nuestras facciones»), el amor, lo efímero y lo eterno son algunos de los temas recurrentes de sus novelas, que desarrolla también en las crónicas. Los múltiples registros del autor, la sutileza de su humor, su virtuosismo y el arte de llevar al lector de la sonrisa a la emoción extrema hacen que estos textos se lean con una enorme facilidad.