«Encantado, hijo mío, de empezar a la vez a ser lo que seremos».
Un hombre aguarda el nacimiento de su hijo. Asiste fascinado a la gestación junto a la madre, imagina a ese ser que vendrá a revolucionar su casa, su lenguaje, su pareja y su propia historia familiar. A lo largo de un año memorable, el hombre narra los primeros compases de una existencia nueva: la suya como padre junto a la madre y el hijo, tres personajes de una historia universal que encuentra palabras recién nacidas.
Umbilical es un relato lírico cuyas búsquedas resuenan tanto en el plano íntimo como en el colectivo. Sus reflexiones sobre la experiencia de la paternidad sitúan a la masculinidad frente al milagro de la vida y su incesante relectura del presente, en una época de redefinición de los roles, aceptando así la invitación de la poeta Anne Waldman que encabeza estas páginas: «Que los hombres detengan su alboroto / frente a la maravilla del bebé». Pero es también, y sobre todo, una declaración de amor.
El libro más íntimo de un autor fundamental en el catálogo para lectores de todo el mundo.
Cada persona tiene una manera única de afrontar la culpa, los recuerdos y la pérdida.
En el caso de Jericho, fue seguir la vida que hubiese querido su padre para él antes de morir, aunque eso implicara no preguntarse a sí mismo quién era realmente.
Para Hugo, fue aislarse emocionalmente del mundo y volcar su pena y frustración en el alcohol, el sexo y las noches efímeras.
Pero cuando sus caminos se encuentran, lo que al principio parecía una unión distante basada en la necesidad de desahogarse se transforma poco a poco en una relación sin etiquetas, llena de deseos, descubrimientos, y sobre todo, de perdón. Solo les queda una pregunta por responder:
¿Estarían dispuestos a dejar atrás la forma en la que han crecido, si esa fuera la única forma de mantenerse juntos?