Un cadáver, un taxi boy albino, un brujo africano... Una novela policiaca sorprendente y magistral.
En vísperas de las vacaciones de invierno del año 1999, aparece asesinado en su casa de Buenos Aires el profesor de biología Aníbal Doliner. El crimen le fastidia los planes a la secretaria de la fiscalía, Silvia Rey, que debe hacerse cargo de las diligencias. Las pistas apuntan a un taxi boy albino apodado Copito, que frecuentaba el piso del asesinado. Pero cuando parece que el caso está a punto de cerrarse, la cosa se complica y se cruza con otro asunto criminal en el que está involucrado un brujo africano. Conforme avanzan las investigaciones, todo se va enmarañando y resulta que nada es lo que parecía en un principio.
1937. Mientras los aviones se abalanzaban sobre Guernica, Teresa Alonso miraba las bombas caer desde una colina cercana y, con solo doce años, supo que la vida que había conocido se enterraba bajo los escombros. Fue entonces cuando su madre decidió que partiera hacia a la URSS, donde los hijos de republicanos españoles se refugiaron durante la Guerra Civil.
Esta novela cuenta la historia de la juventud de Teresa, de los personajes que conoció -los más importantes de la izquierda europea- y de su sed de pasión y libertad, algo que en ningún momento ha dejado atrás. Pero también es el relato de la guerra que oscureció el continente y de un amor que, cuando todo se desplomaba, fue capaz de sostener su universo.
Celia Santos nos traslada a una Rusia ya extinta, a través de los recuerdos actuales de Teresa Alonso. Así, este emocionante libro exquisitamente documentado, se convierte también en un homenaje a la última generación que ha vivido la época que marcó, como ninguna otra, la historia de la humanidad.
Con apenas diecisiete años, Manuela entra a trabajar como criada en la mansión de los marqueses de Armayor. Rodeada de un lujo que contrasta con la pobreza de su aldea natal, la joven conocerá la arrogancia y el desamor, pero también el arte de la costura, al tiempo que entablará una amistad inquebrantable con la única heredera de la familia, Alexandra.
Años después, y pese a pertenecer a mundos muy distintos, su amiga será su mayor apoyo cuando la Guerra Civil obligue a Manuela a separarse de su hija Telva, enviada a Rusia junto con otros niños de la zona republicana, y también cuando intente recuperarla décadas más tarde, aunque para ello deba arriesgarlo todo.
La añoranza de Telva, un destino en ocasiones desalmado y una gran historia de amor marcarán la vida de Manuela. Una vida que se extenderá a lo largo de un siglo convulso y lleno de contrastes, magistralmente reflejado por Ana Lena Rivera en las páginas de esta novela que se lee con la emoción a flor de piel.