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LA MUERTE DE LORD EDGWARE

Una bella actriz. Un lord déspota. ¿Un divorcio que acaba en asesinato? Hércules Poirot y su fiel amigo, el capitán Hastings, reciben un encargo inusual de una bella actriz, Jane Wilkinson. Casada con el déspota aristócrata inglés lord Edgware, éste se niega a concederle el divorcio, de ahí que requiera la ayuda del célebre investigador belga. Sin embargo, para sorpresa de Poirot, el aristócrata afirma que hace ya tiempo envió una carta a su esposa aceptando su demanda. La alegría de la actriz al conocer la noticia es inmensa, pero lo que parecía un asunto resuelto se complica de forma inesperada: lord Edgware aparece apuñalado en su mansión, y la secretaria y el mayordomo del noble asesinado afirman que la mujer vestida de negro que solicitó ver a lord Edgware la noche de su muerte no era otra que su esposa, Jane Wilkinson.
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LA MUERTE DE VIRGILIO

Concebida por Hermann Broch (1886-1951) en las cinco semanas que estuvo encarcelado en Alt-Ausse, tras ser detenido por la Gestapo, " La muerte de Virgilio " (1945) es sin lugar a dudas una de las obras fundamentales de la narrativa del siglo XX, pudiendo equiparase su influencia a la de las grandes obras de Kafka o Joyce. En la novela, situada en la época del emperador romano Augusto, el poeta Virgilio, en las horas anteriores a su muerte, cae en un duermevela en el que se funden el pasado y el presente, el sueño y la vigilia, lo tangible y la alucinación. Dilatada al máximo su capacidad de percepción por su progresivo desprendimiento de la realidad, lleva a cabo un minucioso análisis de su entorno físico y mental que se corresponde en la forma con una exploración profunda de las posibilidades del lenguaje.
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LA MUERTE DEL COMENDADOR (1) (BOL)

Únicamente en soledad, cuando el futuro es incierto, empieza el verdadero viaje. En plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en dirección al norte de Japón. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el país hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequeña casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso. En suma, un lugar donde retirarse durante un tiempo. En esa casa de paredes vacías, tras oír extraños ruidos, el protagonista descubre en un desván lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: «La muerte del comendador». Cuando se decida a desenvolverlo se abrirá ante él un extraño mundo donde la ópera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una tímida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembrarán de incógnitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria. Este primer volumen de la novelaLa muerte del comendador es un fascinante laberinto donde lo cotidiano se ve invadido de señales indescifrables, de preguntas cuya respuesta todavía está lejos de vislumbrarse. El lector, al igual que el protagonista, deberá permanecer muy atento.
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