El ingenio de Millás y la sabiduría de Arsuaga unidos para contar la vida como la mejor de las historias
UNO DE LOS MEJORES LIBROS DE 2021 SEGÚN EL HUFFPOST
Y LIBRO DEL VERANO SEGÚN TRENDENCIAS
"Una maravilla. Un libro lleno de humor y de bondad. Sí, bondad. Un libro que busca entender el misterio de la vida."
Manuel Vilas
"-Tú y yo podríamos asociarnos para hablar de la vida; levantaríamos un gran relato sobre la existencia. ¿Lo hacemos? -dijo el escritor.
-Lo hacemos -contestó el paleontólogo."
Hace años que el interes por entender la vida, sus orígenes y su evolución resuena en la cabeza de Juan Jose Millás, de manera que se dispuso a conocer, junto a uno de los mayores especialistas de este país en la materia, Juan Luis Arsuaga, por que somos como somos y que nos ha llevado hasta donde estamos. La sabiduría del paleontólogo se combina en este libro con el ingenio y la mirada personal y sorprendente que tiene el escritor sobre la realidad. Porque Millás es un neandertal (o eso dice), y Arsuaga, a sus ojos, un sapiens.
En Vida de este chico, Tobias Wolff narra sus recuerdos de niño y adolescente, cuando, divorciados sus padres, recorría con su madre con la que formaba una auténtica «pareja telepática» las carreteras de Estados Unidos de un lado a otro del país.
Toby o Jack, como le gusta llamarse a sí mismo en homenaje a su adorado Jack London absorberá entre mapas, whisky, peleas a puñetazos, amistades y traiciones, la esencia de esa América de los años cincuenta que marcará irremediablemente su juventud. Una juventud con toques minimalistas y dickensianos a un tiempo y que sirve aquí a su autor para trazar con humor y ternura el retrato de un tiempo pasado en el espejo de su propia imagen.
Vida del fantasma, publicado por primera vez en 1995 y ampliado en ediciones sucesivas, reúne los artículos escritos desde 1976 hasta 2000 a los que Pasiones pasadas y Literatura y fantasma no habían dado cabida.
En cada uno de los cien ensayos que componen el volumen no encontramos ya al articulista o al escritor que vimos en recopilaciones anteriores, sino la figura de un fantasma que observa desde el otro lado del espejo y desde allí se entusiasma, bromea, recuerda y dispara, «alguien a quien ya no le pasan de verdad las cosas, pero que se sigue preocupando por lo que ocurre allí donde solían pasarle y que -aun no estando del todo- trata de intervenir a favor o en contra de quienes quiere o desprecia».