En los inicios de su carrera como dramaturgo, William Shakespeare (1564-1616) compuso su obra más alegre y desenfadada, Sueño de una noche de verano (1594). Mitología, costumbrismo cómico, bromas, equívocos, humor y poesía conviven dentro de ella en una zarabanda mágica ambientada en la noche pagana de San Juan, en la que todo es posible, si bien al final, frente al caos, se imponen el orden y la armonía. Esta alocada fantasía de amor está, como no puede ser de otra manera, teñida de elementos inconscientes y oníricos, y de entre la galería de personajes que la pueblan, Oberón y el duendecillo Puck han alcanzado fortuna en la memoria de los hombres.
Sueño en el Pabellón Rojo es el gran clásico de la literatura china, «la novela más famosa de una literatura casi tres veces milenaria», como afirmó Borges, un libro imperecedero. El bello y trágico relato de los desvelos amorosos de Jia Baoyu y Lin Daiyu en la China del siglo xviii, en el crepúsculo de un esplendor feudal que ya no es más que un sueño, no sólo constituye un abanico de todas las pasiones humanas, en el que se entremezclan dulzura y crueldad, sino que es a la vez una crónica deslumbrante de los claroscuros de la sociedad y la cultura de la China imperial.
El bello y trágico relato de los desvelos amorosos de Jia Baoyu y Lin Daiyu en la China del siglo xviii, en el crepúsculo de un esplendor feudal que ya no es más que un sueño, no sólo constituye un abanico de todas las pasiones humanas, en el que se entremezclan dulzura y crueldad, sino que es a la vez una crónica deslumbrante de los claroscuros de la sociedad y la cultura de la China imperial.