A sus treinta y tres años, la vida de Eva se detiene. Lo único que puede salvarla es un trasplante de corazón, pero dispone de muy pocos días para conseguirlo. Poco tiempo para su cuerpo, que se debilita, mucho tiempo para su mente, que se fortalece.
Aislada y en completa soledad, Eva solo se tiene a sí misma, una libreta y un lápiz. Entonces comienza a escribir cartas a quienes culpa de su malestar: sus ex.
Y mientras escribe, se da cuenta de que en la quietud mental encuentra las respuestas a las preguntas que la han acechado toda su vida; que cada palabra tiene consecuencias, y cada silencio también; que la cura para el mal de amores está en la soledad, y que no es lo mismo vivir que sentirse viva.
Uno de los grandes embajadores de la lengua española arma una monumental antología de la poesía en nuestra lengua.
«Los más de los poetas y poemas que aparecen en las páginas que siguen llegan a ellas con la impecable ejecutoria de hidalguía de una sostenida influencia en otros creadores y en otros textos, una opinión crítica unánime y la evidente predilección de los aficionados. A decir verdad, mi tarea ha sido fundamentalmente ir a buscar en las ediciones de mayor solvencia esos poemas y esos poetas estrictamente clásicos y traerlos aquí en la más amplia medida que permitieran las dimensiones del volumen. Las introducciones a cada autor y a cada texto hilvanan una no tan pequeña historia de la creación poética en España desde las jarchas hasta nuestros días.»
«En los horizontes de la poesía española, hay, con todo, zonas de penumbra: períodos sólo frecuentados por unos cuantos especialistas, autores ―también ellos― de dudosa reputación, rescates tardíos y minoritarios… Es en esos claroscuros donde quizá se encuentre (y se excuse) una intervención mía más personal y donde me habría gustado ofrecer al común de los lectores una selección tan orientadora como gozosa.»
FRANCISCO RICO