Addie Bundren, antigua maestra
de escuela, yace agonizante mientras
sus hijos y su marido aguardan
el momento de su muerte y se disponen
a cumplir su voluntad de ser enterrada
en el cementerio de Jefferson, a más
de sesenta kilómetros de distancia, junto
a sus antepasados. La narración
de las peripecias que corren los pobres
e ignorantes miembros de la familia
Bundren a lo largo del extraño •
y accidentado traslado del cadáver
en carromato de muías, da pie a William
Faulkner (1897-1962) para levantar
en las páginas de Mientras agonizo (1930)
una de sus novelas más ricas. Sirviéndose
del monólogo interior de los personajes,
crea un relato poliédrico que,
cual una piedra tallada, va reflejando,
según la faceta a través de la cual
apreciamos su unidad, los infinitos
claroscuros de la naturaleza humana.
Una historia romántica donde el amor puede con todo... incluso con los prejuicios.
Elizabeth Ridgeway es una mujer de extraordinaria belleza, capaz de encender de inmediato el deseo de los hombres. Sin embargo, Nathan, su marido, apenas se fija en ella.
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En medio de un universo gélido y caótico, la poesía se abre paso como una reivindicación de la humanidad
Víctor del Árbol siempre ha practicado la escritura poética, sin darle difusión, como una emoción privada, y gracias a este, su primer libro de poemas, descubrimos una palabra clara y directa para abordar tanto los pequeños como los grandes temas de la vida (el amor, la infancia, la pérdida...), sentimientos y emociones de todo calibre, que se van dando con el paso de los años, a través de una sensibilidad y hondura que nos interpelan y nos retratan. Un verdadero hallazgo poético.