Mejor hoy que mañana narra el devenir de una familia mixta de un barrio de Johannesburgo desde los años noventa hasta finales del 2009. Terminado el apartheid, la mayoría de ciudadanos no han visto cumplidas sus esperanzas de un mundo mejor: la democracia y la abolición de la segregación racial no han hecho brotar lo mejor de cada persona, sino que, por el contrario, la corrupción y las desigualdades sociales se han convertido en el nuevo caballo de batalla del país. Sin embargo, la esperanza y la seguridad de que puede construirse un mundo mejor se abren siempre paso entre las líneas de esta novela, la más reciente de una escritora excepcional.
Düsseldorf, 1853. El joven artista Lars Hertervig, alumno de Hans Gude en la Academia de Arte de Düsseldorf, está encerrado en su habitación, paralizado por la ansiedad que le provocan las clases de arte y el amor irracional que siente hacia Helene Winckelmann, la hija de su casera. La fijación de Lars por Helene, marcada por alucinaciones y furiosos delirios sexuales, obliga a la familia de la joven a expulsarlo de la habitación donde se hospeda. Sin ningún lugar adonde ir, Hertervig deambula entre un café donde soporta las burlas de sus compañeros de la academia y el apartamento de los Winckelmann, en el que intenta desesperadamente ser admitido de nuevo: una especie de limbo que lo lleva a un inexorable estado de locura.
Melancolía es una ficcional, salvaje y febril invocación del artista noruego del siglo XIX Lars Hertervig, que pintó paisajes bañados de luz, sufrió una enfermedad mental y murió pobre en 1902. Galardonada con el Melsom Prize y el Sunnmøre Prize, está considerada una de las grandes novelas de quien ha sido llamado «el Beckett del siglo XXI»( Le Monde).
Tragicómica y melancólica, esta novela nos presenta un mundo plúmbeo y totalitario, dominado por fuerzas ciegas e impersonales. Un escenario humano desolador en el que la inteligencia es anulada por la fuerza bruta y la violencia, y en el que el caos arrastra irremediablemente a unos personajes que, entre el conformismo y la insignificancia, no aciertan a crear un orden nuevo menos cruel y menos gris. El estallido de violencia no alcanza siquiera el rango de revolución y la vida transcurre, en esta pequeña y anónima ciudad húngara, sumida en una atmósfera de terror y amarga ironía. Melancolía de la resistencia es una obra maestra del humor negro.
El director de cine Béla Tarr adaptó la novela de László Krasznahorkai al cine en el año 2000 con el título Werckmeister-Harmonies. Béla Tarr ha sido el primer director húngaro en alcanzar la devoción de los círculos cinéfilos desde Miklos Jancso. Algunos críticos lo consideran el “autor” europeo del Este más importante de la actualidad.