En 1923, el inspector Basilio Bosc vuelve a Barcelona después de cinco años en Madrid con el encargo de hallar a una niña desaparecida en el cine Coliseum: Cristina Nomdedeu, hija de un importante empresario textil. El regreso de Bosc a su ciudad natal pondrá en evidencia la vida que dejó atrás suspendida con su apresurada marcha, y abrirá viejas heridas: el reencuentro con su familia y también su relación con Joana.
Cuando todas las vías de investigación se van cerrando, el inspector, aturdido además por las revelaciones personales, acudirá al Gabacho, un ladrón respetado en los tugurios del Distrito V y amigo de la infancia. Más pronto de lo esperado, todos los protagonistas de esta historia tendrán que enfrentarse al verdadero mal, aquel que conducirá al lector hasta un final insospechado.
Todo corazón esconde una culpa.
Un thriller histórico y criminal con una mirada nostálgica a nuestro pasado.
Rechazada por su madre. Golpeada por su padre. Separada de su hermana. Medea nunca ha encajado porque posee un poder único y peligroso: la brujería.
Medea anhela una existencia diferente. Desde pequeña fue atormentada por su familia porque nació con un poder único y, en apariencia, peligroso: la hechicería. Cuando el apuesto Jasón llega al reino del padre de Medea para reclamar el Vellocino de Oro, ella vislumbra una oportunidad única para escapar: a cambio de que Jasón la ayude a huir, ella lo protegerá con su magia para que supere las pruebas que lo separan del famoso vellocino. Esta aventura la pondrá a prueba en todos los sentidos, luchará contra monstruos, destronará reyes y se enamorará de un hombre que nunca podría esperar merecerla… y cuando al final se enfrente a la traición, se verá impulsada a cometer un acto de desesperación tan brutal que destrozará la vida de todos a su alrededor.
Medea, la princesa maga de la Cólquida, la que fue esposa de Jasón y mató a sus hijos por desamor, la que tuvo que huir de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, objeto de la furia de Zeus, va a la deriva en un enorme bloque de hielo que mengua día a día, camino de un destino desconocido. Pero esta no es su única angustia: es un ser inmortal y no puede morir, ni por su propia mano.