La historia de dos diplomáticos que, guiados por sentimientos humanitarios, acabaron conviertiéndose en héroes.
El periodista Diego Carcedo, premio Espasa de Ensayo por Entre Bestias y Héroes, ahonda en la heroica peripecia de dos diplomáticos, el español Eduardo Propper de Callejón y el portugués Aristides de Sousa Mendes, ambos cónsules en Burdeos durante la II Guerra Mundial.
Este libro es una auténtica encrucijada en la que se dan cita el ritmo de una interesante novela, la mejor divulgación histórica y una necesaria investigación periodística. De la mano de un periodista español anónimo, al que su periódico de Madrid envía como corresponsal a Burdeos a principios del verano de 1940, el lector se sumerge en una ciudad tomada por miles de personas huyendo caóticamente del avance nazi.
En esa turbamulta, los judíos encontraron dos inesperados aliados en los cónsules de España y Portugal quienes, anteponiendo sus principios a los dictados de sus respectivos gobiernos, el de Franco en Madrid y el de Salazar en Lisboa, se dedicaron incansablemente a facilitar la huida de miles de judíos. En ese momento, su actuación les acarreó duras consecuencias personales. La posteridad, sin embargo, honra su memoria.
La nueva voz de la novela policiaca en español. Un inteligente y rotundo debut a la altura de los grandes del género negro.
Solo el rechinar de las cigarras perturba el apacible y familiar verano de San Lorenzo de El Escorial. Y es en plena ola de calor cuando, en el cuarto de calderas de una casa herreriana, aparece un hombre maniatado y muerto por deshidratación, con la vista fija en una botella de agua que cuelga del techo. La teniente Karen Blecker ―recién llegada a España tras trabajar casi toda su carrera para la Europol― y el particular brigada Cano deberán esclarecer la identidad de esa víctima a quien nadie parece conocer. Y los evidentes paralelismos con un crimen cometido dos décadas atrás los obligarán a escarbar en los dolorosos años de plomo del terrorismo...
Justo cuando la teniente Karen Blecker se pregunta de nuevo si los inviernos serán siempre así de fríos y monocordes en el cuartel de San Lorenzo de El Escorial, el guardia Suárez notifica la llamada de tres paseantes: ha aparecido un cuerpo en el camino de La Horizontal. Una muerte en el pueblo es en todo momento un hecho reseñable, y más aún si es la de una monja que no pertenece a ninguna de las congregaciones de la zona.
Con la ayuda del reticente brigada Cano, Blecker comenzará a ahondar en el pasado de sor Lucía, una mujer enérgica que dedicó su vida a la creación y desarrollo de una moderna planta hospitalaria.