En este breve pero inmenso libro es el hijo, el sociólogo y profesor José Henrique Bortoluci, quien nos regala ahora las palabras de su padre, camionero de profesión durante cincuenta años, para relatarnos una vida llena de maravillosas anécdotas en la carretera. La distancia entre el hijo académico, el primero de la familia que pudo estudiar, y el padre jubilado, ahora consumido por el cáncer, parece insalvable, pero Bortoluci consigue acercarse a su mundo y resolver el enigma de un padre ausente que recorrió todo Brasil y participó en enormes proyectos de infraestructuras, como la Carretera Transamazónica: un plan que conllevó la brutal deforestación del Amazonas y que, como tantos otros planes encabezados por la junta militar, carcomió un país que en su día fue salvaje y que a día de hoy arrastra una profunda herida.
Siguiendo los pasos de autores como Annie Ernaux y Svetlana Aleksiévich#, en este conmovedor y brillante testimonio de amor filial Bortoluci revisa la historia reciente de Brasil para mostrarnos las cicatrices inscritas en la piel tanto de las personas como de los países.
El hombre que narra esta historia perdió a su mujer y ha criado a sus dos hijos lo mejor que ha podido. Son dos chavales buenos y educados que quieren a su padre tanto como él a ellos, aunque no lo expresen a menudo. Comparten la afición por el futbol, los recuerdos sobre su madre y el orgullo humilde de clase trabajadora. Hasta que de repente el mayor habla cada vez menos, se aleja de su padre y empieza a codearse con jóvenes de extrema derecha.
Con la sensibilidad frágil y profundamente humana de quién no tiene herramientas para expresar cómo se siente, asistimos al relato de un amor imperfecto entre un hijo y un padre que no sabe cómo evitar que su chico se llene de odio. ¿Por qué alguien con la vida por estrenar puede contener tanta furia? ¿El amor de un padre puede perdonarlo todo?
Esta historia inolvidable se hace las preguntas adecuadas, las que más duelen y las que escapan a una respuesta fácil. Seleccionada como el mejor libro del año por los estudiantes franceses, resuena con fuerza en un mundo estupefacto ante el auge del odio y la incomprensión.
Florencia, 1940. Para Manuela, una adolescente instruida en la complacencia, conocer a Ava, enigmática e independiente, en un colegio para señoritas en la capital de la Toscana, supone traspasar las puertas de un universo que siempre ha visto privado: el de atreverse a ser ella misma lejos de los preceptos de su padre. Pero pronto, Manuela también descubrirá las sombras de Ava, quien plasma en pinturas escenas oscuras que asegura son visiones y que un buen día desaparecerá sin dejar rastro, como si ella y su obra jamás hubiesen existido.
San Sebastián, 1950. Tras su reciente orfandad y escapando de la tutela de su hermano, Manuela decide pasar el verano en su rincón favorito del norte buscando tranquilidad. Pero sus planes cambian cuando la invitan al mayor acto social de la temporada: la inauguración de la misteriosa Villa Allur y accidentalmente descubra, entre sus paredes, un extraño cuadro que conoce bien y que jamás pensó que volvería a ver. La última obra de Ava.