La princesa Théra deja el trono en manos de su hermano pequeño para luchar contra los lyucu en Ukyu-Gondé. Ha cruzado el legendario Muro de las Tormentas con una flota de guerra y diez mil combatientes. En Dara, mientras tanto, las corrientes de poder fluctúan al vaivén de las rivalidades de los líderes lyucu y la corte del Diente de León. Aquí, padres e hijos, maestros y discípulos, emperatriz y pékyu, alimentan las semillas de planes que tardarán años en germinar. En todas partes, el espíritu de la innovación flota en el ambiente como semillas de diente de león y el pueblo, los olvidados y los ignorados empiezan a ingeniar soluciones para una nueva era. En la tradición de las grandes epopeyas de nuestra historia, Ken Liu construye en esta saga una historia de formidable alcance y magnitud.
Como escritora, Ann Patchett sabe cuál será el desenlace de su ficción. La vida, sin embargo, a menudo da giros inesperados. Patchett reflexiona sobre ello en esta colección de ensayos, que ofrece una mirada fresca e íntima a su mente y su corazón.
Como alquimista literaria, Patchett convierte en oro sus experiencias: ensayos cautivadores y conmovedores, cada uno de ellos rebosante de emoción y perspicacia. Así, transforma lo privado en universal, ofreciéndonos una nueva forma de mirar a nuestro propio mundo y recordándonos lo fugaz y enigmática que puede ser la vida.
Célebre por ser la autora de La historia de Genji, considerada la primera novela de la historia universal y cumbre de las letras japonesas, la dama Murasaki (ca. 973-ca. 1013) nació en el seno de una rama menor del poderoso clan Fujiwara y llegó a ser dama de honor en el séquito de la emperatriz Shôshi. Texto de valor literario y documental, más que autobiográfico, El diario de la dama Murasaki extrae su encanto de la fusión entre lo objetivo y lo subjetivo propio de la prosa femenina del esplendoroso periodo Heian, así como de su capacidad de evocación de un mundo -el de la corte imperial de entonces- que, por su propia lejanía en el tiempo y en el espacio, en la sensibilidad, en los comportamientos y en las actitudes, resulta tan sugerente y maravilloso como un reino de fantasía.
Una fría mañana de diciembre de 1984, Griselda, argentina exiliada en Francia, se despierta con un fuerte dolor de cabeza. Tras pedir auxilio infructuosamente a Claudio, su marido, vuelve a casa, llena la bañera y ahoga en ella a sus dos hijos menores. La mayor, Flavia, de apenas seis años, se salva por hallarse en la escuela. Treinta años después, Laura Alcoba entrevista a los supervivientes de esta tragedia y, sin despejar el misterio del acto de Griselda, intenta acercarse a lo inconcebible. Preguntada sobre su madre, Flavia, que ahora es una exitosa fotógrafa, la describe como «presente, amorosa. Muy amorosa».
Tras la Trilogía de la casa de los conejos, Laura Alcoba nos brinda una narración deslumbrante y perturbadora sobre la oscuridad que se esconde en las relaciones más cotidianas y la posibilidad de apostar por el amor y el perdón.
Lo llamaron el robo del siglo, aunque el siglo recién empezaba. Por él acusaron y detuvieron a Picasso y Apollinaire, pero pronto tuvieron que soltarlos y asumir que no tenían ni idea de quién se había llevado la Gioconda de su sala del Louvre. La verdad se sigue discutiendo: lo más probable es que el cerebro de la operación fuera un argentino que se hacía llamar marqués de Valfierno. Con esa hipótesis, con esa historia oscura, Martín Caparrós construye una novela en la que recrea la vida del estafador que tuvo en vilo a Francia durante años y que confesó, poco antes de morir, que había planeado el robo por la razón más sorprendente.
Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 1760-París, 1828) se cuenta entre los más importantes literatos de la Ilustración española. Renovador del teatro y la poesía, así como férreo defensor de los modelos clásicos frente al culteranismo barroco, estuvo entre los más avezados promotores de la reforma estética neoclásica, que rubricó, en el terreno de la poesía, con una obra extensa y de cuidada factura, en la que brillan tanto la faceta del escritor serio como la del poeta lúdico y audaz.