Extraña confesión apareció en folletines populares en 1884 y 1885. Es la primera novela larga publicada por Antón Chéjov y la única policíaca que escribió el gran autor ruso. Un editor recibe del autor, un manuscrito donde se narra en primera persona la experiencia de un juez de instrucción que sirvió en su juventud en un remoto distrito ruso. El libro resulta ser una novela inspirada en un crimen pasional ocurrido en esa localidad y en cuyo proceso tuvo protagonismo el referido juez. Mediante el análisis del texto, el editor se da cuenta de que el crimen sigue impune, que la persona que acabó siendo condenada es inocente y que los hechos no ocurrieron tal y como los cuenta el autor del relato.
En marzo de 1978, las Brigadas Rojas secuestraron al político democristiano Aldo Moro y, en mayo de ese mismo año, lo asesinaron, algo que conmocionó a toda Italia. Leonardo Sciascia, por entonces diputado del Partido Radical, participó en la comisión parlamentaria que investigó los hechos y, en agosto de 1978, escribió El caso Moro. A partir de las cartas escritas por Moro desde su cautiverio, Scascia lo interpreta con rigor y perspicacia y reconstruye una trama de pensamientos y hechos que es, hasta el momento, lo que mejor permite comprender ese terrible episodio de la historia italiana.
El protagonista de esta brillante novela detectivesca, Vice (así apodado por su cargo de vicecomisario de policía), es un hombre peculiar: esceptico, carcomido por el cáncer pero fumador empedernido, tiene colgado en su despacho el grabado original de Durero El caballero, la muerte y el diablo. Vice investiga el asesinato de un poderoso abogado y político, un crimen aparentemente cometido por unos terroristas que se hacen llamar "los Hijos del 89", en alusión a la Revolución francesa. Y mientras el vicecomisario se adentra en los entresijos del caso, esta ágil y sarcástica ficción policiaca va convirtiendose –como ocurre en la mayoría de obras de Leonardo Sciascia– en una amarga y lúcida reflexión sobre la desconcertante verdad del mundo en que vivimos, un mundo del que "el diablo estaba tan cansado que prefería dejarlo todo en manos de los hombres, más eficaces que el".
Rocío Martínez fue una belleza cuando tenía quince años, aunque ahora ha engordado demasiado y se ha visto forzada a ocultar media cara tras una máscara. Ella será la inspiradora involuntaria del atraco que David el Mono y su primo, Rubén el Chato, planean contra la organización de don Jorge Illescas, un golpe con el que costear la reconstrucción del rostro de Rocío. Don Jorge Illescas se pasa la vida viajando por el mundo, haciendo negocios de dudosa legalidad que le han labrado incontables enemigos, casi siempre acompañado por Tania, su amante, una tratante de arte. El Chino, un matón salvaje y adicto, recibe el encargo de ir tras los pasos de don Jorge, desaparecido desde hace un tiempo, con el encargo de encontrar una valiosa estatuilla que debía de estar en su poder. Y en la búsqueda de esa escultura se dará de bruces, algún tiempo después, con la familia de Rocío y el Mono.
Tres personajes se dan cita en un Buenos Aires perturbador. El verano y la humedad azuzan la violencia en la ciudad, una tormenta que amenaza pero que nunca acaba de desatarse. Alejandro, un escritor ya en la madurez y desencantado, estampa su automóvil contra un preso. Y este acto violento, aunque de alguna extraña manera natural, pone en marcha un mecanismo secreto que lo conecta con Ángel, practicante de un culto ancestral. Ángel viene del norte para ocupar un cargo en la policía metropolitana, y descubre que no se trataba del puesto que había imaginado, pero se siente poseedor de cierta sabiduría heredada de su abuela, unas creencias que le permiten oír el lamento de los muertos. Y este círculo lo concluye la llegada de Mariana, hija de Alejandro, que se verá involucrada en una de las cacerías de su padre. Cozarinsky nos lleva de la mano por una ciudad que se aproxima al apocalipsis, un mundo entre real y fantástico, que toma el pulso con brillantez a la deriva de la sociedad occidental de los últimos años.
A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA.