Myrah es una niña muy especial que lucha para estudiar y alcanzar los conocimientos de su padre, Ulugh Beg, khan de Samarcanda, un reconocido astrónomo y matemático nieto de Tamerlán el Grande. La primera esposa del khan, Rukaiya, y su primogénito, Abdal, se opondrán ferozmente y asesinarán a Ulugh Beg. Además, Myrah es secuestrada y entregada como esclava por orden de Abdal, que, influenciado por su madre, teme perder el trono. A lo largo de la ruta, intentará escapar en varias ocasiones, pero la férrea vigilancia de Ghazam, jefe de los mercenarios, lo impedirá. Ella se jura soportar todas las penurias y seguir con vida con un solo propósito: volver a su ciudad y vengar la muerte de su padre.
Una mujer que cruzó el mundo y que conoció el amor para perderlo después.
«Novela de época, novela de amor, novela de iniciación, novela psicoanalítica, novela política, novela sobre hijos y sobre padres, novela acerca de cómo se construye un lector y no se construye un escritor, novela tristísima que da felicidad, novela feliz que da tristeza. Diría gracias, pero es una palabra chica. Igual la digo: gracias por haberla escrito. La voy a llevar en el cuerpo mucho tiempo». Leila Guerriero
Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con el olvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y el muy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo y ancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan y jaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tres Grandes Ciudades.
Al hablar de la condición humana se corre el riesgo de caer en la frivolidad, pero basta con leer cualquiera de los cuentos de Cynthia Ozick para olvidarse de las frases hechas y asumir lo que es ajeno como nuestro.
En esta recopilación de cuentos descubrimos a hombres y mujeres que a primera vista podrían parecer seres patéticos, pero que en el fondo conservan y muestran su dignidad, a menudo gracias a la ironía, siempre tan oportuna. Si, como decía Mark Strand, vivir consiste en estar alerta y prestar atención al mundo, Cynthia Ozick, «una de las pocas maestras vivas de la literatura norteamericana» (David Foster Wallace) es el testigo que buscábamos.
Ziko Slade, una superestrella del tenis mundial, cumple veinte años de condena por el espeluznante asesinato del delincuente de poca monta Lenny Lerman. Los hechos del caso, y el pasado accidentado de Slade, parecen indiscutibles. Lo que comienza como una revisión superficial del caso por parte de Dave Gurney como un favor especial a una amiga de su esposa, pronto se convierte en algo mucho más complicado. Cuando la participación de Gurney amenaza con sacar a la luz un nido de víboras de corrupción, se veráincriminado por asesinato y perseguido por medios sensacionalistas, una fiscal de distrito implacable y un asesino despiadado.
Mientras evita la ley e intenta resolver el caso para salvar su reputación, Gurney se enfrenta a la idea de que su inquebrantable necesidad de trabajo policial le está costando más de lo que el brillante detective jamás sospechó.
En el crudo diciembre de 1905, Enrique Maldonado, propietario de las tierras del municipio salamantino de Boada y cacique local, aparece brutalmente apuñalado en las afueras del pueblo. Los vecinos son los principales sospechosos de haberle dado muerte y Unamuno, que escribió un artículo incendiario para denunciar las condiciones de vida de los campesinos boadenses, decide investigar el crimen con la ayuda de Manuel Rivera, abogado defensor de los detenidos, y Teresa Maragall, una misteriosa anarquista.
Conforme vayan apareciendo nuevos cadáveres, el perfil público de Unamuno como intelectual de renombre y polémico rector de la Universidad de Salamanca se verá dividido entre sus valedores y sus detractores, y su carácter indomable se topará con el poder y sus insidias, dificultando las pesquisas y poniendo en peligro muchas vidas, entre ellas la suya.
La última y enigmática novela del Premio Nacional de Literatura de Guatemala Miguel Çngel Asturias y del Premio Iberoamericano de las Letras Jose Donoso, entre otros.
"Rey Rosa es un maestro consumado, el mejor de mi generación".
Roberto Bolaño
"Hacía tanto tiempo que no se sentía tan triste. Una tristeza así, que parecía que provenía de más allá del inicio de la vida, era como el presentimiento del tiempo en que dejaría de existir".
París, 1940. En plena ocupación alemana, el arte, la cultura y el jazz se han convertido en actos de desafío. También lo es el romance prohibido entre Annette Zelman, una judía estudiante de Bellas Artes, y el joven poeta católico Jean Jausion, tras conocerse en el famoso Café de Flore, entre cuyos clientes desfilan personajes como Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Pablo Picasso o Django Reinhardt.
Durante un tiempo, Annette y Jean creen eludir a los nazis, así como la vigilancia y las amenazas de sus familias, pero el destino juega en su contra. Una impresionante historia real de belleza, arte y liberación contra los horrores del Holocausto, en la que el poder transformador del amor resuena como un poema de devoción eterna.
Si Romeo y Julieta hubieran vivido en el París ocupado por los nazis, se habrían llamado Jean y Annette.
El adjetivo que mejor define la poesía de Cristina Rivera Garza, una de las escritoras más relevantes de la literatura mexicana actual, es «indómita». Porque quiebra los géneros con un sinfín de formas que van desde los posteos o los tuits hasta los textos comunales, los telegramas y las bitácoras, pero también porque rompe la sintaxis y hasta el mismo lenguaje. Estas profundas fisuras señalan ausencias: de cuerpos —más de cien mil personas han desaparecido en el lapso de dos décadas en México— y de palabras.
Sus versos salvajes tejen nodos territoriales y afectivos, evocan corporeidades, juegan con la autoficción, construyen múltiples voces, tienden vasos comunicantes con su narrativa y están atravesados por las obsesiones que vertebran su obra: la violencia y la muerte, la enfermedad y el amor, el sueño y la razón. Son poemas que convierten a sus lectores en «traductores-detectives-cómplices» y que viven más allá de la página.
Joy tiene 34 años, 20 en el cuerpo y 100 en la cabeza. Trabaja en una agencia de publicidad que conecta a influencers con grandes marcas. Es un mundo centrado en la imagen y el lujo en el que se espera de ella que sea brillante pero Joy siente que no tiene ningún talento, que no está a la altura, y para compensar ese sentimiento que la acompleja se pone mucha presión. Ha perdido la alegría de vivir. Ella, que de niña era una explosión de felicidad y que su padre había bautizado como «su palomita», se encuentra al borde de la implosión y ha desarrollado un síndrome digital que le proporciona la falsa ilusión de tenerlo todo bajo control. Cuando su jefe le encarga la delicada tarea de organizar un evento especial para celebrar el décimo aniversario de la agencia, Joy busca la colaboración de Benjamin y su equipo y ese encuentro providencial pondrá patas arriba su vida. Poco a poco recuperará la seguridad en sí misma y la melancolía se alejará. Pero atención, porque cuando una palomita explota, hace ruido, mucho ruido...