¿Cómo fue la infancia de Kim Jong-un?
¿Cuáles fueron sus deseos y pasiones?
¿Qué le hacía feliz?
La autora surcoreana Keum Suk Gendry-Kim vive desde hace años en la isla de Ganghwa, ubicada en la línea fronteriza con Corea del Norte. A pocos metros de su casa hay una base militar cuyas estruendosas prácticas le recuerdan que, aunque hace setenta años se firmó el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea, las tensiones con los vecinos del norte no han terminado.
¿Cuántas vidas se necesitan para sobrevivir a las turbulencias de las guerras de Corea?
A sus casi cien años, Mook Miran pensaba que se llevaría sus secretos a la tumba, pero, en lugar de eso, una empleada de la residencia de ancianos le ofrece la oportunidad de contar su vida y hacer así las paces con su pasado. Bajo la mirada atónita de quien ella llama "su biógrafa", la señora Mook habla del hambre y las penurias que padeció al nacer en una Corea ocupada por el ejército japonés; de las tragedias que afrontó durante la Segunda Guerra Mundial; de las terribles elecciones que soportó para capear unos años densos e implacables; de las personas a las que engañó y a las que mató. Poco a poco, de sus historias emerge la figura de una mujer enigmática y camaleónica, capaz de adaptarse a cualquier situación, de luchar con ferocidad y de amar con la seguridad de quien teme más al arrepentimiento que a la muerte.
Lo esperaré aquí.
Le diré cuánto lo quiero […]
Prometeré quejarme menos.
No ser esclava de mi trabajo.
Pensar en nosotros. Sí.
Sí…
Mañana le diré todas esas cosas…
Y se quedará.