Uno de los grandes embajadores de la lengua española arma una monumental antología de la poesía en nuestra lengua.
«Los más de los poetas y poemas que aparecen en las páginas que siguen llegan a ellas con la impecable ejecutoria de hidalguía de una sostenida influencia en otros creadores y en otros textos, una opinión crítica unánime y la evidente predilección de los aficionados. A decir verdad, mi tarea ha sido fundamentalmente ir a buscar en las ediciones de mayor solvencia esos poemas y esos poetas estrictamente clásicos y traerlos aquí en la más amplia medida que permitieran las dimensiones del volumen. Las introducciones a cada autor y a cada texto hilvanan una no tan pequeña historia de la creación poética en España desde las jarchas hasta nuestros días.»
«En los horizontes de la poesía española, hay, con todo, zonas de penumbra: períodos sólo frecuentados por unos cuantos especialistas, autores ―también ellos― de dudosa reputación, rescates tardíos y minoritarios… Es en esos claroscuros donde quizá se encuentre (y se excuse) una intervención mía más personal y donde me habría gustado ofrecer al común de los lectores una selección tan orientadora como gozosa.»
FRANCISCO RICO
Se contaba que Orfeo era un poeta extraordinario, capaz de conmover con su canto a animales, hombres y dioses, que descendió al Hades a rescatar a su esposa difunta y que logró convencer a los dioses infernales de que le permitieran traerla de vuelta al mundo de los vivos, si bien fracasó a última hora por no ser capaz de cumplir la condición impuesta de no volverse a mirarla. Por extraño que parezca, este personaje del mito se convirtió en autor de un heterogéneo grupo de obras que expresaban un pensamiento religioso distinto del imperante en Grecia, con analogías con el Pitagorismo y con la religiosidad eleusina, que postulaba un trato diferente a los seres humanos en el Más Allá, según su comportamiento en vida, y que proclamaba la posibilidad de que sus almas fueran castigadas a retornar al mundo encarnada en otros cuerpos hasta lograr su liberación. Los autores de estas obras sobre el origen del mundo y de los dioses, la creación de los seres humanos y la forma de lograr la salvación prefirieron atribuírselas al mítico personaje, para prestigiarlas.
Horas inglesas reúne doce ensayos –once de ellos inéditos en español– que Henry James dedicó a sus viajes por Inglaterra y a su experiencia vital en Londres. Los textos abarcan casi tres décadas, de modo que pueden leerse como un periplo íntimo desde la frescura y el asombro del joven escritor (recién llegado al viejo mundo) hasta su madurez artística, ya consolidado como figura literaria y afincado en un pueblecito de Sussex. Los capítulos tratan de temas di- versos: la variopinta vida de Londres (la “turbia Babilonia moderna”), con paseos por los “paisajes urbanos más románticos del mundo”; el divertido espectáculo del Derby de Epsom; los alborotados actos de fin de curso en Oxford; o las excursiones a las ciudades catedralicias de Wells y Salisbury..., entre otros. James aplica su maestría retórica y filtro literario a unas observaciones que presenta con un potencial evocador y una abstracción reflexiva que trascienden la experiencia in- mediata. Por eso es posible releer y apreciar estos escritos siglo y medio después de su aparición. El amante de Henry James puede seguir sus pasos por distintos paseos y visitas, y, gracias al gusto inglés por la conservación de todo lo histórico, hasta le será posible alojarse en hoteles donde se hospedó el propio escritor, identificados en la Introducción.