Tres personajes tratan de resolver el misterio que envuelve a Mariana, una mujer que fue importante en sus vidas y ha desaparecido. En los testimonios que la invocan, el recuerdo de la desvanecida se construye como un mosaico surreal de caras múltiples, perfilando a una Mariana onírica y mitológica, pero a la vez terrenal y atravesada por el dolor. Una mujer compleja imposible de alcanzar y a la que nadie parece comprender, encorsetada entre rumores y habladurías y un marido que la aprisiona. Con un lenguaje poético y sensorial, de imágenes propias del sueño, Elena Garro desdibuja las fronteras entre el recuerdo y la realidad, y muestra la resistencia de una mujer frente a las estructuras de poder que la oprimen. Testimonios sobre Mariana es una novela-espejo, un reflejo de la dualidad en torno a su protagonista, ligada a la belleza y la crueldad, el deseo y el maltrato, la admiración y la hipocresía del mundo que la rodea.
Uno de los escasos relatos en la historia de la exploración polar protagonizado por una mujer inusual. Cuenta su vida durante el año que pasó en Groenlandia con ocasión de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary, que habría de ser una de las figuras centrales en la pugna ártica. En la bahía McCormick, al norte de la isla, construyen un refugio en madera y allí convive, en duras condiciones, con la población local. Tras el impacto que le provocan sus extrañas costumbres, nuestra dama comparte experiencias con las mujeres inuit, de cuya vida, hábitos y cultura deja registro detallado en estas páginas. Nos habla del cosido y tratamiento de las pieles con las que se visten, de la comida, de la vida familiar en el interior del iglú, de sus desplazamientos en trineo, del emparejamiento o de hábitos terribles como el infanticidio cuando se quedan viudas. Presencia escenas de extrema violencia hacia ellas y hasta un episodio de Pibloktop, o histeria ártica, fenómeno ligado a la dureza de su condición femenina. Información enormemente valiosa para la incipiente etnología de la época que desconocía la vida cotidiana de las poblaciones aborígenes árticas, pero también asoma en estos diarios el aguijón de la aventura extrema, la observación y registro de la belleza feroz de ese entorno hostil, junto a un plácido canto a la vida al aire libre y el placer de los pequeños detalles. Isabel Coixet se inspiró en esta valerosa mujer para el personaje principal de su película «Nadie quiere la noche».
El canto de una generación desencantada: el debut novelístico de Javier Gallego
«Visceral, desacomplejada, corrosiva y a veces delirante, recuerda a En el camino de Kerouac y remite a la novela experimental. Una ópera prima tan ambiciosa como notable».
Jaime Cedillo, El Español
«Javier Gallego se instala en ese extraño equilibrio que precede a la rendición, y por eso esta novela es improbable, dolorosa, hipnótica».
La obra de Samuel Beckett (Dublín, 1906-París, 1989) constituye una de las más interesantes e incisivas del pasado siglo. Su extraordinaria capacidad para exponer los intersticios de la existencia social de los seres humanos, a través del absurdo, el humor y los juegos de lenguaje, imprimió en la literatura una huella indeleble y extendió sus fronteras conceptuales hasta límites nuevos. "Watt" es una novela experimental, filosófica, cómica e inclasificable que, entre otras cosas, constituye un enorme ejercicio de metaficción. En ella, su homónimo protagonista (Watt), un desharrapado del que apenas llegamos a saber nada, pasa dos años como criado en la casa del señor Knott, un enigmático y caprichoso terrateniente cuyo servicio vive en un ambiente de tensión opresiva. ¿Qué ocurre exactamente en casa del señor Knott? No lo sabemos, y sin embargo, como lectores, asistimos a la inquietante transformación que a causa de ello sufre el personaje principal, cuyos esquemas mentales se resquebrajan por completo.
La China de 1935 aún no se ha convertido en una república comunista. Desde la revolución de 1911 este país ha sido gobernado por el Kuomintang, que intenta mantener su unidad. Al este, los japoneses ocupan Manchuria; al sur, los comunistas libran una guerra de conquista, y al oeste, las poblaciones musulmanas continúan rebelándose contra el poder central. A pesar de estas pugnas internas y de la prohibición del Gobierno chino al acceso de extranjeros, la viajera Ella Maillart parte desde Pekín con la intención de atravesar China de este a oeste. Busca llegar a los oasis «prohibidos» de Sinkiang, cuna de una milenaria cultura de origen iraní, y pasar desde allí a Cachemira atravesando las montañas del Pamir y del Karakórum. Ella Maillart recorre China de forma clandestina sorteando grandes desafíos y trabando contacto con algunos pueblos de Asia Central (mongoles, turcos, kirguises…). Es una viajera curiosa, siempre dispuesta a conocer nuevas costumbres y disfrutar de la riqueza de otras culturas. Enfrenta con paciencia y astucia las dificultades del camino mientras que nos transmite el placer de viajar por regiones remotas y aún desconocidas, sin escatimar ni el ánimo ni la frescura de su hazaña. Es el talante de una de las grandes nómadas del siglo xx, cuya filosofía del viaje se hará extensiva a otros de sus relatos. Una historia maravillosa que testimonia una era ya desaparecida, y nos muestra que el verdadero conocimiento se obtiene dirigiendo nuestros pasos hacia lugares desconocidos con valor e inteligencia.
La increíble historia de Caterina, una niña nacida en la meseta caucásica. Su lengua era la más antigua del mundo y ella estaba destinada a ser una guerrera como sus ancestros, pero un día se vio arrastrada violentamente a la historia. Capturada en Tana, la última colonia veneciana en la desembocadura del Don emprende un asombroso viaje por el Mar Negro y el Mediterráneo para llegar a Florencia en pleno esplendor del Renacimiento. Convertida en esclava por unos mercaderes, tuvo varios hijos ilegítimos, pero a uno de ellos, fruto de su unión con un ilustre notario florentino, lo amó por encima de todos, aunque él nunca pudiera llamarla madre por su condición de esclava. Aquél niño al que ella transmitió todos sus conocimientos sobre las criaturas y la naturaleza, se llamaba Leonardo da Vinci.