El relato, íntimo y personal, de un hombre que nunca llegó a conocer a su mujer.
Yoel Raviv, agente del Mosad, acaba de enviudar y decide abandonar su profesión y alquilar una casa en las afueras de Tel Aviv para empezar una nueva vida junto a su hija, su madre y su suegra. Pero este período de paz se ve truncado cuando Yoel descubre que, en verdad, no sabía nada de su esposa.
Empieza, así, un duro camino en el que tendrá que asumir que realmente nunca ha escuchado a ninguna mujer de su familia. Despues de toda una vida sacando a la luz los secretos de los demás, se ve obligado a mirar hacia atrás, a las mentiras que el mismo ha dicho, al sombrío enigma de la vida y la muerte de su mujer, a sus años al servicio del Estado y a la misteriosa conducta de su hija.
Vladimir Maiakovski, poeta, dramaturgo y pintor ruso, apoyó la revolución y luchó por un arte que fuera construcción de vida y expresión del socialismo. En ambos poemarios, el amor no correspondido, la pena de amor, lleva a la locura ("Nube en pantalones") o al suicidio ("Flauta vertebral").
Durante el Terror jacobino, una joven, que espera su ejecución en el oscuro sótano de una cárcel, se reencuentra con su prometido, al que creía muerto en un levantamiento de las fuerzas partidarias a la monarquía. Sólo la compasión de sus compañeros de infortunio ayudará a los amantes a cumplir su mayor deseo, presentarse ante Dios como marido y mujer, y a su vez ofrecerá un momentáneo consuelo a todos los presentes. Publicado originalmente en 1927, «Una boda en Lyon» es un retrato sobrecogedor de la persecución política y religiosa, uno de los mayores fracasos de la humanidad según Stefan Zweig. La presente edición incluye otros tres relatos: «La caminata», «Un ser humano inolvidable» y «Dos solitarios».
Keats comenzó a escribir su Hiperión a finales de septiembre de 1818 cuando tenía 22 años, y lo abandonó definitivamente en abril del año siguiente. La caída de Hiperión no se conoció hasta 1856. El poema intentaba reconstruir libremente el plan de su anterior Hiperión y fue empezado a escribir a mediados de julio de 1819 en Shanlin. En ambos textos se describe cómo fueron marginados los dioses pre-helénicos, los Titanes, con la llegada de los nuevos dioses olímpicos, encabezados por Júpiter. Al comienzo del mismo se ve a Saturno y a los demás Titanes derrotados, todos menos Hiperión, el Dios del Sol, que intenta animar a sus compañeros y levantar sus decaídos espíritus. Según Richard Woodhouse: "El poema, de haber sido completado, habría tratado del destronamiento de Hiperión, el anterior Dios del Sol, por Apolo, e incidentalmente de los de Océnao por Neptuno, de Saturno por Júpiter... y de la guerra de los Gigantes (o Titanes) por restablecer en el mando a Saturno, con otros sucesos sobre los que tenemos muy oscuras indicaciones en los poetas mitológicos de Grecia y Roma. De hecho, los incidentes habrían sido puras creaciones del cerebro del poeta."
"Dejar de leer es la muerte instantánea. Sería como vivir en un mundo sin oxígeno."
Al acercarnos a algunas de sus lecturas preferidas, Rosa Montero nos sumerge en un mundo literario propio, íntimo y universal al mismo tiempo, formado por grandes historias, heroes valientes, monstruos memorables, jóvenes misteriosos o malvados geniales.
En medio de la noche, alguien llama por teléfono a Daniel Quinn, un escritor de novelas policíacas que firma bajo pseudónimo y que, descorazonado, ha renunciado a su carrera como poeta. La voz al otro lado de la línea pregunta insistentemente por un investigador, un tal Paul Auster, y quiere encomendarle una misión. Como si se tratara del protagonista de una de sus novelas,Quinn decide dejarse llevar por la casualidad, y asumir la identidad de detective, como si te tratara del protagonista de una de sus novelas.Las pesquisas le llevarán hasta Stillman, un curioso personaje que requiere protección para salvar su propia vida. Para ello el detective se perderá en el laberinto de la realidad y de las calles de Nueva York.Con Ciudad de cristal, la inauguración de La trilogía de Nueva York, Paul Auster reinventó el género policiaco con una aventura quijotesca y un diálogo sobre la identidad y la realidad contemporáneos.