Mientras consideraba su mortalidad, Franz Wright encontró una nueva euforia y claridad en la página, entregando para nuestro examen el “yo” defectuoso pero arrodillado en gratitud en el que se había convertido. Desde "Entries of the Cell", el largo poema central que detalla la soledad del alma soltera, hasta breves poemas narrativos en prosa y letras tradicionales, Wright se deleita en el poder compensatorio del lenguaje, observando los faros diurnos que siguen a un coche fúnebre, o el viento, “bendiciendo uno por uno los capullos sin luz del regreso inadvertido del melocotonero doblado hacia atrás”.
Account of the crypto delusion, and how Sam Bankman-Fried and a cast of fellow nerds and hustlers turned useless virtual coins into trillions of dollars hailed by Ezra Klein.In 2021 cryptocurrency went mainstream. Giant investment funds were buying it, celebrities like Tom Brady endorsed it, and TV ads hailed it as the future of money. Hardly anyone knew how it worked—but why bother with the particulars when everyone was making a fortune from Dogecoin, Shiba Inu, or some other bizarrely named “digital asset”?
To succeed in a fast-changing world, individuals and companies know they must create a culture of growth, where experimentation and feedback are encouraged, and learning is integrated into the everyday. Yet we often get stuck in a well-worn pattern of habits that don’t move us forward. Why?
Because many of us get trapped in the Performance Paradox: the counterintuitive phenomenon that if we focus only on performing, our performance suffers.
How can we give ourselves the space to experiment and grow while also delivering high-level results?
Esta primera antología de la poesía de Simón Partal es una gran fiesta, una esperada rave en la arena, junto a la orilla, muy cerca del mar y de sus profundidades.
Ese de anoche recoge la aventura vital de un poeta que vive de cara a la vida: las sábanas tendidas en un prado abierto, un grupo de chicos que trabajan sus cuerpos en el paseo marítimo, el perro que persigue a las palomas sin intención de atraparlas, la nieve que cae sobre el campo y que exige un caminar de otra manera son algunas de las imágenes y escenarios de esta poesía orientada al milagro cercano de la existencia, versos que no explican el mundo, sino que se empapan de él. Con un fondo enigmático y sereno, la mirada de Partal es la mezcla perfecta de sabiduría y de avidez, de trascendencia y de instinto, de silencio y de hambre.
«Delicada y cruda, antigua y novísima, lírica y prosaica, esta poesía nos habla del ardor del deseo, del amor que otorga sentido y «ofrece desapego», de lo innecesario del acontecimiento, de cómo lo divino accede a manifestarse en el rojo de los tomates, y de la impotencia que a veces se esconde en las palabras. Mientras leemos estos poemas descarnados, conmovedores, sabemos ya que se quedarán por siempre a vivir con nosotros».
Uno de los escasos relatos en la historia de la exploración polar protagonizado por una mujer inusual. Cuenta su vida durante el año que pasó en Groenlandia con ocasión de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary, que habría de ser una de las figuras centrales en la pugna ártica. En la bahía McCormick, al norte de la isla, construyen un refugio en madera y allí convive, en duras condiciones, con la población local. Tras el impacto que le provocan sus extrañas costumbres, nuestra dama comparte experiencias con las mujeres inuit, de cuya vida, hábitos y cultura deja registro detallado en estas páginas. Nos habla del cosido y tratamiento de las pieles con las que se visten, de la comida, de la vida familiar en el interior del iglú, de sus desplazamientos en trineo, del emparejamiento o de hábitos terribles como el infanticidio cuando se quedan viudas. Presencia escenas de extrema violencia hacia ellas y hasta un episodio de Pibloktop, o histeria ártica, fenómeno ligado a la dureza de su condición femenina. Información enormemente valiosa para la incipiente etnología de la época que desconocía la vida cotidiana de las poblaciones aborígenes árticas, pero también asoma en estos diarios el aguijón de la aventura extrema, la observación y registro de la belleza feroz de ese entorno hostil, junto a un plácido canto a la vida al aire libre y el placer de los pequeños detalles. Isabel Coixet se inspiró en esta valerosa mujer para el personaje principal de su película «Nadie quiere la noche».
Flor tiene un don: puede predecir el día que morirá alguien. Así que, cuando anuncia que quiere organizar un velatorio en vida -una fiesta que reúna a su familia y a la comunidad para celebrar la larga vida que ha tenido-, sus hermanas se sorprenden. ¿Acaso Flor ha previsto su propia muerte o la de alguien más? ¿Tendrá otros motivos? En cualquier caso, se niega a decírselo a sus hermanas, Matilde, Pastora y Camila.
Sin embargo, Flor no es la única que guarda secretos: sus hermanas también tienen los suyos. Y la siguiente generación, las primas Ona y Yadi, también deberán enfrentarse a sus propios problemas.