Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre; el otro, el de Nettie. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.
Raquel lleva toda la vida loca por Ares, su atractivo y misterioso vecino. Lo observa sin ser vista desde su ventana y es que, muy a su pesar, no han intercambiado ni una triste palabra. Lo que Raquel no sabe es que eso está a punto de cambiar...
Ares comenzará a cruzarse en su camino hasta en los lugares más inesperados y descubrirá que, en realidad, Raquel no es la niña inocente que creía.
Ahora, Raquel tiene muy claro su objetivo: conseguir que Ares se enamore de ella. Por supuesto, no está dispuesta a perderlo todo por el camino, y mucho menos a sí misma...
Una edición única de la novela best seller A través de mi ventana, con ilustraciones en acuarela de Naranjalidad y contenido inédito especial.
A veces, quien más te quiere es quién más daño te hace.
Lily no siempre lo ha tenido fácil. Por eso, su idílica relación con un magnífico neurocirujano llamado Ryle Kincaid, parece demasiado buena para ser verdad. Cuando Atlas, su primer amor, reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.
El narrador sin nombre de esta novela es un chico de catorce años que sufre constantes burlas por tener un ojo vago. Incapaz de enfrentarse a los matones del instituto, intenta, sin éxito, pasar desapercibido. La única persona que entiende lo que está viviendo es una compañera de clase, Kojima, víctima también de todo tipo de humillaciones a manos del resto. Dándose mutuamente consuelo en el momento de sus vidas que más lo necesitan, los dos jóvenes se acercan más que nunca. Pero, ¿cuál es, en última instancia, la naturaleza de una amistad cuando el vínculo que comparten es el miedo?
La llama vuelve a encenderse y esta vez quemará a más de uno.
Rachel James tuvo que dejar su vida para salvar a los que ama, renunciando a todo lo que le importaba: sus colegas, su carrera y su familia.
Ahora, tras dos largos años, el destino toca a su puerta para que seenfrente a lo que le depara: al coronel Morgan, el hombre que la hizo pecar, y al líder de la mafia italiana, Antoni Mascherano.
Un importante cargo está en juego y la teniente debe prepararse para un nuevo duelo.
El caos empieza a despertarse: la tercera carta cae sobre la mesa, nuevos peligros salen a la luz, así como pasiones que se creían sepultadas, conflictos, complots y jugarretas que pueden poner en vilo a la mafia y a la milicia.
La saga Pecados Placenteros continúa en esta candente nueva entrega, donde la Lascivia da paso a una latente Lujuria, que demuestra que el tiempo no lo cura todo y que los amores nocivos son tan perjudiciales como intensos.
LUJURIA.
AMORES QUE ABRASAN.
On a secluded bluff overlooking the ocean sits a Victorian house, lavender with gingerbread trim, a home that contains a century’s worth of secrets. By the time Jane Flanagan discovers the house as a teenager, it has long been abandoned. The place is an irresistible mystery to Jane. There are still clothes in the closets, marbles rolling across the floors, and dishes in the cupboards, even though no one has set foot there in decades. The house becomes a hideaway for Jane, a place to escape her volatile mother.
Twenty years later, now a Harvard archivist, she returns home to Maine following a terrible mistake that threatens both her career and her marriage. Jane is horrified to find the Victorian is now barely recognizable. The new owner, Genevieve, a summer person from Beacon Hill, has gutted it, transforming the house into a glossy white monstrosity straight out of a shelter magazine. Strangely, Genevieve is convinced that the house is haunted—perhaps the product of something troubling Genevieve herself has done. She hires Jane to research the history of the place and the women who lived there. The story Jane uncovers—of lovers lost at sea, romantic longing, shattering loss, artistic awakening, historical artifacts stolen and sold, and the long shadow of colonialism—is even older than Maine itself.