Rick Dalton, un actor de televisión en decadencia, abocado al alcohol y en busca de un papel que lo redima, y Cliff Booth, su doble de escenas de acción y heroico veterano de guerra (con alguna que otra sombra), son los antihéroes de esta sorprendente novela, que va mucho más allá del final que vimos en el cine. Los acompañan algunos secundarios de lujo, figuras históricas, como Sharon Tate o Charles Manson, pero también otras inventadas e indiscernibles de las reales. Con todas ellas el autor construye un mundo único y original, irrepetible en ningún otro lugar salvo en su imaginación.
Érase una vez en Hollywood es el insólito debut de Quentin Tarantino en la literatura, una deliciosa y brutal primera novela. Con esta nueva muesca en su trayectoria propone, cómo no, nuevas reglas para el género de la novelización, pues logra voltear la historia que nos mostró en la gran pantalla. Todos los personajes, escenas y tramas que aquí nos ofrece con diálogos y descripciones marca de la casa no solo expanden el universo fílmico de Tarantino sino que nos presentan a un narrador con un talento excepcional.
Un romance maravilloso en el que el amor verdadero y saludable prevalece sobre las relaciones tóxicas y los tabúes sociales. Abril vive una vida de ensueño, o eso piensa ella. Ha adquirido el pack completo: marido, hijo y deudas en el banco. Cuenta con veinte años de feliz matrimonio junto a su media naranja, Pedro, y con las dos mejores y alocadas amigas que se podría desear: Maura, azafata de vuelos transoceánicos y experta en cruzar meridianos y Susana, abogada de familia con muchas dudas existenciales. De repente, su vida da un vuelco cuando Pedro le anuncia que ha aceptado un puesto de trabajo en Miami. donde ha conocido una nueva ilusión con nombre de mujer. Justo en ese momento comienza el desarrollo personal de la protagonista que, con la ayuda de sus dos fieles amigas, tendrá que encontrar la manera de ser fuerte y seguir adelante. En medio de este caos, Abril conoce a Óscar, un atractivo y maravilloso preparador físico doce años menor que ella. A pesar de su juventud, será el guía que le muestre el camino para vivir desde la gratitud, volviendo a abrir su corazón y despertando de nuevo su apetito sexual. Pero, ¿qué ocurre cuando Pedro se da cuenta de que ha cometido un error y quiere volver a su hogar, dulce hogar?
Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amargura residual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto.
Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.
Un debut mordaz y sin tapujos, Fleishman está en apuros es una exploración perspicaz, inquietante y a menudo hilarante de una cultura que intenta gestionar las profundas líneas divisorias de una institución que ha demostrado ser digna de profundos recelos y profundas esperanzas.