Como los de su primera entrega, con la que Victoria León ganó el Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, los poemas de Flores de fuego, escritos entre 2018 y 2022, parten de una poética y unas concepciones estéticas fundamentadas en el clasicismo y la lengua natural, ensayando nuevas formas y tonos. Dividido en cuatro secciones, que dialogan entre sí o con lecturas de Cioran (a quien se debe la metáfora del título), Lucrecio, Nietzsche, Goethe, Marco Aurelio, Zweig, Keats, Breton, Foscolo o Cernuda, el libro tiene la soledad como gran tema común: la soledad como destino humano, pero también como faro desde el que nace e irradia la poesía para iluminarnos y tendernos paradójicos puentes con la vida, o como búsqueda del alma del mundo en el sentido platónico, necesaria para crear y vivir plenamente.
En una sociedad donde las palabras han perdido su significado, los niños se han hecho con el poder, persiguen cualquier manifestación verbal o escrita y han instaurado el silencio como norma. Contenida en Magma, un monumental dispositivo que emite estímulos visuales sin descanso, la imagen ha ocupado el lugar de la filosofía, de la historia e incluso de la religión. En el marco de esta existencia sorda y muda, un hombre emprende viaje en compañía de tres singulares camaradas: un libro, un mono y la risa.
El autor concentra en esta novela algunos de los grandes temas que vertebran su obra, como la apropiación del discurso colectivo por parte de las ideologías, las formas que posee el poder para reinventar la realidad y la transformación de nuestra especie a través de la tecnología. Intensa, estimulante e implacable, Horda es una parábola y, como tal, aspira a contener una enseñanza moral.
Gran Bretaña, año 1468. El sacerdote Christopher Fairfax llega a una aldea remota enviado por el obispo de Exeter para celebrar el funeral del vicario que acababa de fallecer. El difunto, apasionado coleccionista de artefactos de otras épocas, murió accidentalmente mientras excavaba en los alrededores. Fairfaix se aloja en la vicaría y en los aposentos del religioso fallecido descubre una colección de objetos considerados heréticos, y textos de especialistas en el pasado que sugieren una verdad distinta a la doctrina de la Iglesia, que afirma que el hombre fue castigado con las cuatro plagas: epidemias, guerra, hambruna y muerte tras haberse rendido a la ciencia y a la tecnología. Solo la vuelta a la fe en Cristo salvó in extremis a la humanidad. Fairfax descubre que la torre junto a la que murió el vicario guarda numerosos vestigios de la civilización
perdida, y todas las pruebas apuntan a que alguien los depositó allí pensando en un futuro donde fuera posible reconstruirla. La lectura de los libros heréticos que ponen en duda el poder omnipotente de Dios y las causas del Apocalipsis, junto con las investigaciones que le sumergen en esa comunidad aislada harán tambalear la fe y las creencias del joven sacerdote.
Todas las civilizaciones se creen invulnerables.
La Historia nos advierte de que ninguna lo es.
Canfranc, 1944. La joven Valentina Báguena, colaboradora de la Resistencia contra las fuerzas de ocupación nazis en el sur de Francia, descubre que la guerra cambia por completo la forma de vivir, de pensar y, sobre todo, de amar cuando conoce al paracaidista alemán Franz Geist el mismo día en que un incendio destruye el pueblo de Canfranc. Tras la devastación producida por el fuego, los habitantes de este lugar serán víctimas, además, de una de las mayores estafas de la historia de España. Un hecho de dimensiones extraordinarias, pero casi desconocido hasta ahora.
El cielo sobre Canfranc es una novela que late desde el corazón del Pirineo para desplegarse después hacia sus otros escenarios aragoneses, gallegos y franceses. Rosario Raro vuelve con esta obra al territorio mítico de su exitosa Volver a Canfranc, para mostrarnos que, a veces, el tren equivocado puede llevarnos a la estación correcta.
En el Madrid de los años noventa, una joven logra sobrevivir a lo que parece un brutal ataque de violencia de género. La prensa y la opinión pública hacen eco de la noticia y, durante días, no se habla de otra cosa. Incluso hay quien afirma que se lo estaba buscando. Cuando por fin despierta del coma, Minerva no recuerda absolutamente nada, ni siquiera a su agresor que, desde ese instante, se mezclará entre sus amigos más íntimos para convertirse en su sombra y permanecer a su lado durante años esperando, a pesar de los cambios sociales, el momento oportuno para finalizar su «autoencargo». Pero ¿las cosas han cambiado tanto como creemos? ¿Por fin la sociedad ha dejado de juzgar a las mujeres que sufren agresiones de este tipo?
Publio Ovidio Nasón (43 a. C.-17 d. C.) es uno de los poetas capitales de la literatura latina. Nacido en Sulmona, demostró desde siempre una extraordinaria facilidad para versificar, lo cual le llevó a ser muy prolífico y cultivar con exito diversos generos. Fue poeta de moda entre sus contemporáneos, hasta que una repentina decisión del emperador Augusto lo condenó a vivir desterrado en Tomos, una ciudad en los confines del imperio, a orillas de Ponto Euxino (el actual mar Negro).
La traumática experiencia del exilio pasó a ser el tema central de su poesía. Pónticas representa una de las obras cumbre de la literatura universal sobre el destierro.