A sus cuarenta y siete años, el campeón del mundo de ajedrez Aleksandr Aleksándrovich Alekhine, ruso de nacimiento y nacionalizado francés, juega las partidas del mismo modo en que vive su vida: de victoria en victoria, de continente en continente.
Corre el mes deseptiembre de 1939 cuando se embarca en Buenos Aires rumbo a Europa junto a su mujer y el jarrón de porcelana que no lo abandona desde que, siendo un adolescente, lo recibiera como trofeo de manos del zar Nicolás II. El hombre al que el compositor Harold Schonberg describió como «más inmoral que Richard Wagner y que Jack el Destripador» no tiene otra preocupación que la revancha que lleva doce años negando a su eterno rival, el cubano Capablanca. Sin embargo, en París le espera una carta llamándole a filas, mientras que el Reich le insta a unirse a su causa y crear una escuela de ajedrez para las futuras generaciones alemanas. En un momento en el que todo puede aún decidirse en el tablero, el genio del ajedrez toma una resolución que lo convertirá en rehén de los nuevos dueños de Europa y colaborador de Hans Frank y Joseph Goebbels. Poco a poco, las piezas de su propia jugada maestra su esposa Grace y Spielmann, Rubinstein, Przepiórka: los grandes maestros judíos perseguidos, antaño sus mejores rivales# irán cayendo una tras otra.
La base militar estadounidense de Mannheim, en Alemania Occidental, es en apariencia un lugar tranquilo. Estamos a finales de los ochenta y la última guerra con participación norteamericana queda lejos. Los soldados marchan y practican tiro, y los oficiales tratan de escalar en la cadena de mando. El soldado Ray Elwood, asistente del coronel Berman y maestro de la burocracia y el papeleo militar, tiene montado en la base un negocio muy lucrativo: fabrica y vende heroína a la tropa. Sin embargo, la extraña muerte de un soldado a quien Elwood tenía en nómina y la llegada a la base de un nuevo sargento y su hija hacen peligrar su modus vivendi. Elwood considera que ha llegado el momento de un retiro dorado, pero para lograrlo necesita llevar a cabo una última operación de grandes dimensiones. Primera y única novela de Robert O’Connor, "Buffalo Soldiers" (1993) describe con humor negro y crudeza la corrupción, el odio racial y la degradación del ejército estadounidense en tiempos de paz.
Chris Offutt abandonó en su juventud el lugar que lo vio crecer, Kentucky, para ver mundo y ganarse la vida en empleos precarios a lo largo y ancho de los Estados Unidos. En Lejos del bosque, su segundo libro de relatos tras "Kentucky seco" (1992), escribe sobre aquellos que, como él, dejaron atrás ―aunque no consiguieron olvidar― esas colinas agrestes donde los hombres se sienten desnudos si no van armados y las rencillas entre familias se transmiten de generación en generación. Camioneros, sheriffs, obreros, ex convictos y boxeadores amateurs protagonizan estas historias de gente a la deriva que anhela regresar a ese rincón perdido y olvidado del que huyeron y que probablemente solo existe en su memoria.