Bajo el título de uno de ellos, La balada del café triste, se agrupan en este libro varios de los relatos más significativos de la singular y sutil narrativa de Carson McCullers, que han accedido ya a la consideración de clásicos de la moderna literatura norteamericana y constituyen incursiones en la silenciosa, secreta y sagrada intimidad del alma de sus personajes. «Wunderkind», «El jockey», «Madame Zilensky y el rey de Finlandia», «El transeúnte», «Dilema doméstico» y «Un árbol. Una roca. Una nube» custodian esta balada de impronta inconfundible en la que la frontera entre la prosa y la poesía se disuelve con gran habilidad. Narrados con un prodigioso sentido de la construcción, los relatos de Carson McCullers alcanzan una resonancia interior que va mucho más allá de su sencilla y directa observación de la realidad. El mundo punzante, desesperanzado y profundamente poético de Carson McCullers constituye, en palabras de Edith Sitwell, el legado de «una escritora trascendental».
Entonces, cuando es de noche y Martín posa su mano sobre uno de mis muslos, le pregunto: ¿hemos venido aquí a ser viejos?
No se llevaron nada, o casi; ni siquiera el gusto por la aventura. Y cuando llegaron al pueblo, entraron en casa y se echaron encima de un colchón como si la noche no Riera a acabar nunca. Amaneció, y a la luz del sol descubrieron que había más vida allí: unas cuantas casas, unos huertos, hombres y mujeres que hablaban lo justo.
¿Qué sentido tenía aquel viaje, aquella gente, aquel ir viviendo sin imágenes, sin música, sin mensajes que contestar, con solo unos cuantos libros y algo de comida y sexo para aliviar los días? Quizá se tratara de llegar a viejos allí, ahora que ya no quedaba nadie en las ciudades; quizá buscaran una manera de ser y de hacer algo digno en ese rato que les quedaba antes de que se apagara la luz. Quién sabe.
Como todos los grandes libros. Por si se va la luz no se anda con respuestas, sino con buenas preguntas. Lara Moreno es una mujer que empieza y tiempo le queda para decir lo suyo, pero con esta primera novela nos entrega ya literatura en mayúsculas.
Fábula mítica y relato filosófico que interroga acerca de la relación del ser humano con su prójimo y con el mundo, El Principito concentra, con maravillosa simplicidad, la constante reflexión de Saint-Exupery sobre la amistad, el amor, la responsabilidad y el sentido de la vida.
Viví así, solo, sin nadie con quien hablar verdaderamente, hasta que tuve una avería en el desierto del Sahara, hace seis años. Algo se había roto en mi motor. Y como no tenía conmigo ni mecánico ni pasajeros, me dispuse a realizar, solo, una reparación difícil. Era, para mí, cuestión de vida o muerte. Tenía agua apenas para ocho días.
La primera noche dormí sobre la arena a mil millas de todatierra habitada. Estaba más aislado que un náufrago sobre una balsa en medio del oceano. Imaginaos, pues, mi sorpresa cuando, al romper el día, me despertó una extraña vocecita que decía:
-Por favor..., ¡dibújame un cordero!
-¿Eh!?
-Dibújame un cordero...
Gran parte de estos cuentos giran en torno al cumplimiento de un destino que se repite y que suele prefigurar un enfrentamiento. A veces los protagonistas son los hombres, como en «El otro duelo» o «Guayaquil»; otras, son sus armas: dos cuchillos que se buscan largamente hasta por fin encontrarse y pelear. También puede ocurrir, como en «Historia de Rosendo Juárez», que en ese enfrentamiento uno se convierta en espejo del otro, uno sea él mismo y su enemigo. O que, como le sucede a Brodie, el otro le produzca horror y fascinación. Once relatos en los que el autor dice haber encontrado su verdadera voz: «La ya avanzada edad me ha enseñado la resignación de ser Borges».
Diego Fischer rescata del olvido a Bernardo Berro, que luchó para liberar a su país de la violencia que asolaba Uruguay en el siglo XIX
Bernardo Berro es el protagonista de esta cautivadora historia. Un hombre ilustrado que anhelaba ser campesino y vivir en comunión con la naturaleza y llegó a ser el quinto presidente constitucional de la República.
Luchó con toda la fuerza de las ideas contra el vendaval que marcó su trayectoria política para terminar arrebatándole la vida.
Una historia narrada a ritmo de vértigo con un lenguaje directo y con recursos propios de una novela. De este modo el autor logra pintar una época de dolor y de violencia en la que las divisas históricas fueron dando forma y sustento a Uruguay.
En Qué poco vale la vida salen a la luz por primera vez documentos y cartas que durmieron en un archivo privado durante más de un siglo y medio, y que brindan una sorprendente mirada sobre las páginas más sangrientas de este país en el siglo XIX.
Un oscuro y enigmático thriller sobre los complots y conspiraciones de la Guerra Fría. Pronto en Netflix, con Anne Hathaway y Ben Affleck. Elena McMahon solía vivir con toda clase de lujos en la playa de Malibú con un marido millonario y una hija consentida. Sin embargo, después de separarse, de cambiar de empleo un par de veces y de visitar a su padre enfermo, acaba convertida en una traficante de armas en algún punto de América Central. Sin saberlo, Elena se ve implicada en una conspiración que atañe al gobierno de los Estados Unidos y a una pequeña isla en los alrededores de Costa Rica, donde todos los habitantes conforman un puzle de intereses políticos y personales en los agitados años ochenta. Joan Didion nos invita a descifrar poco a poco la figura de Elena hasta conseguir entender su papel en ese gran tablero que constituían los últimos años de la Guerra Fría.