Tras huir de Alemania, Nellie y Maria por fin encuentran en Nueva Zelanda un lugar seguro en el que establecerse con sus familias y abren una consulta veterinaria en un criadero de caballos. Pero su buena fortuna no dura mucho. Las consecuencias de la crisis económica mundial también afectan a su país de acogida y las dos amigas pronto deben emprender caminos separados. Además, la felicidad de Nellie y Walter comenzará a tambalearse cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpa en sus vidas. Su hija, Grit, que colabora con las tropas estacionadas en la isla de Creta, corre un enorme peligro...
Una inolvidable historia de amor y de guerra protagonizada por una mujer que, enfrentada a los mayores desafíos, sobrevive y se reinventa.
San Francisco, 1866: una monja irlandesa, embarazada y abandonada por un aristócrata chileno tras una apasionada relación, da a luz a una niña a la que llama Emilia del Valle. Criada por su cariñoso padrastro, Emilia se convertirá en una joven brillante de gran personalidad, autónoma e independiente, que desafiará las normas sociales de su tiempo para profesar su verdadera pasión
Escalera interior es el murmullo de los patios de luces que recogen olores de guisos, ruidos de cacharros y cucharones, risas, confidencias susurradas a media voz, buenos días y buenas noches que se intercambian en el rellano; es el murmullo que recoge nuestra rutina, la de la gente de a pie, en esas realidades pequeñas que son las que esconden las grandes historias. Las que, durante años, Almudena Grandes imaginó y regaló a sus lectores en El País Semanal, donde, cada quince días, a veces como narraciones, otras como escenas, y otras más como crónicas, levantaba personajes, vidas que merecían ser contadas.
"Plata quemada" cuenta, o dice contar, una historia real. A la manera de "A sangre fría" («una novela de no ficción»), y con una trascendencia comparable, en el panorama de nuestro idioma, a la que tuvo el libro de Truman Capote, esta «versión argentina de una tragedia griega» escenificaba, ya en 1997 (cuando se publicó por primera vez en Argentina), lo que casi toda la narrativa de hoy convierte en un ejercicio de estilo: el cuestionamiento de los géneros, de la verdad (o la falsedad) de cualquier texto. Empeño que pocas veces ha dado obras tan importantes como "Plata quemada", un libro en el que la forma, tan política en el efecto, e inseparable de lo que se cuenta, parece ser la del documento, la del registro forense o periodístico, la del informe psiquiátrico (el de la formulación de la ideología) y al mismo tiempo la más lírica. El libro más accesible del autor, y por ello doblemente genial.
A bordo de La Argentina Hipólito Bouchard cruza los mares provocando terror. Marino francés, corsario audaz y, por momentos, temible titán es conocido por sus combates en las guerras por la independencia de Argentina, como el asedio a California, hacia 1816.
Con un estilo que evoca las novelas de aventuras y piratas, Federico Andahazi nos ofrece una trama que incluye tesoros ocultos, intriga política, batallas navales y camaradería corsaria. Además de Bouchard, desfilan por estas páginas grandes figuras como el Almirante Brown, el marino Tomás Espora y Lord Byron.
Mares de Furia retrata los últimos estertores de la España colonial en América y brinda un panorama de lo variopinta, solidaria y férrea que fue la empresa independentista en el continente. Con un estilo cautivador y trepidante que nos invita a meternos de lleno en la época, Andahazi consigue el retrato de un grupo de hombres que batalló, con honorabilidad, valentía y una inagotable sed de justicia, en pos de la libertad de toda América.
Cansada de la estresante vida de la ciudad, Laura decide trasladarse con su pareja a una casa en Nevà, un pequeño pueblo de los Pirineos. La idea es pasar tres meses de prueba antes de atreverse a dar el gran salto y, tal vez, mudarse de forma definitiva.
Pronto se reencontrará con todo un ecosistema muy familiar y que casi había olvidado: el de su infancia en la fría tierra de Teruel rodeada del lenguaje de las flores, los árboles y las plantas, así como el de toda una estirpe de mujeres comprometidas con el amor y el conocimiento de la naturaleza que le inocularon el «furor botánico». Su bisabuela Pilar, que curaba los desánimos con azafrán y la planta de San Juan; su abuela Carmen, con la que Laura recogía la aceituna; su madre, que sigue mandándole alcoholes para friegas, y su hermana Marina, que calma las rabietas de su hija con aceites esenciales.
Entre recuerdos entretejidos con espléndidas ilustraciones, paseos por los senderos de los bosques para recoger setas, proyectos para su nueva casa y consejos para ajardinar nuestras vidas, Laura nos descubre la exuberante bondad del universo de las plantas.