El mundo está cambiando y nadie podrá impedirlo. Una sociedad se resiste al fin de una epoca. Una mujer busca su propio destino.
Algunas novelas tienen el poder de reflejar la vida en todo su esplendor, trasladarnos a una epoca prodigiosa, captar el instante preciso en el que todo estaba a punto de cambiar. Esta es una de esas novelas.
Micaela es una joven maestra que llega a Comillas, uno de los pueblos más elegantes de la costa cántabra, en el verano de 1883. Allí conoce a Hector Balboa, un indiano que acaba de regresar de Cuba tras amasar una gran fortuna y está construyendo una escuela para los hijos -y no las hijas- de los aldeanos. Micaela empieza entonces su batalla para que tambien las niñas puedan recibir la educación que merecen y necesitan, al tiempo que entre ella y Hector va surgiendo una atracción capaz de derribar todas las barreras.
Ambientada a finales del siglo XIX, en un momento histórico decisivo y lleno de contrastes, Un destino propio nos habla de aquellas primeras mujeres valientes que se atrevieron a alzar la voz contra una sociedad que se negaba a escucharlas.
Memento Mori se constituye como una empresa puntera en servicios funerarios y construye sobre el antiguo tanatorio una pirámide que cambiará la faz de la ciudad. Todo en su interior está automatizado, en un alarde de modernidad sin límites.
Hasta que empiezan a suceder extrañas muertes...
Claudia ha sido la primera mujer tanatopractora del país y es una autoridad mundial en el ámbito funerario, aunque su profesión no le ha facilitado las relaciones personales. Firme defensora de la eutanasia, el hastagh #LaMuerteEsMía le servirá para orquestar una campaña de inesperadas consecuencias. Y lamentará que sus deseos se hayan hecho realidad…
Rita es una mujer espectacular acostumbrada a los retos, por eso, cuando le ofrecen la posibilidad de dirigir Memento Mori, se da cuenta de que tiene entre sus manos una oportunidad única para consolidar su posición estelar.
Jaime, el hijo del fiscal, un hombre que vive obsesionado con los trenes y el cosplay, es el director del nuevo tanatorio y cree que en el podrá llevar a cabo sus sueños secretos.
Está a punto de que se descubra la gran verdad, de que se desvele uno de los secretos mejor guardados de la reciente historia de España. Santolaya teme que lo puedan relacionar con los hechos y decide que es el momento de huir, de abandonar una carrera que le ha llevado hasta la fontanería de La Moncloa pasando por los servicios de inteligencia. Desde la dictadura a la democracia, más de cuarenta años siempre muy cerca del poder y la toma de decisiones.
En su viaje evoca el pasado en la Barcelona de finales de los sesenta, cuando siendo un ocioso adolescente, la casualidad hizo que empezara a trabajar como lazarillo de un ilustre norteamericano, un agregado comercial con buenos contactos en la embajada. McNamara, sin embargo, se encargaba de tejer las redes de contactos entre todos aquellos actores interesados en tener un papel desta