Sicilia, primera mitad del siglo xviii. Mientras en Europa se imponen las ideas de la Ilustración, en Palermo Marianna Ucrìa, hija de una familia noble, está destinada al matrimonio o a la clausura, como todas sus primas y hermanas. Los matrimonios y la vida monacal tienen que servir a los intereses de los Ucrìa, que se van emparentando de este modo con las grandes familias palermitanas. Pero Marianna es sordomuda y para comunicarse debe aprender a expresarse a través de la escritura. A los trece años la casan con un tío suyo, hermano de la madre, y trae al mundo hijos, como de ella se espera, pero su vida sólo se enriquece gracias a la lectura. Así logra conocer el mundo más allá de los estrechos confines en que la encierra su cotidianidad. A pesar de todo, Marianna conocerá el verdadero amor y su actitud provocará el escándalo. Es ésta la historia de una mujer extraordinaria, antepasada de Dacia Maraini, que sabe afrontar la vida con valentía y pasión en un universo fastuoso en las entrañas del cual reinan sin embargo la sordidez y la mezquindad.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
París, octubre de 1942. Un hombre y una mujer se conocen durante la ocupación de la ciudad. Ella es belga; él, judío. Se casan y tienen dos hijos, uno de los cuales es Patrick Modiano. Durante veinte años viven juntos, pero llevan vidas paralelas. A su alrededor, un mundo extravagante, lleno de personajes que aparecen y desaparecen y que ocupan las habitaciones del apartamento: hombres de negocios cuyas tareas son siempre indefinidas y misteriosas, cínicos aprovechados y estetas de pacotilla, actores mediocres y actrices de tres al cuarto, directores ya consagrados y amantes de personajes famosos, alcahuetes y aristócratas decadentes de dudosa sexualidad. Todos tratan de huir de la guerra y las deportaciones, y de arreglárselas como pueden en la difícil posguerra.
En estas páginas aparece un universo de rostros que Modiano intenta rescatar de las profundidades de la memoria para trazar un pedigrí imposible e indefinido. Pero también un cuadro de una época extraña en la que se presiente el desastre, y en la que los hombres parecen habitar la ciudad como si de una estación de trenes se tratara. Por primera vez, Modiano narra su infancia y su juventud en primera persona. Un texto autobiográfico clave para entender la obra de este autor extraordinario.