Un beso no es solo un beso.
Un beso puede ser accidentado, oler a tierra mojada
y acabar uniendo a dos polos opuestos.
El compromiso más fiel y duradero que tiene Buffy es con sus amigas y con el hotel familiar que regenta junto con su madre. Eso de relacionarse y comprometerse con un chico le da dolor de cabeza, además de mucha pereza. Aunque todo puede cambiar después de que un distante y atractivo ruso irrumpa en su hotel como un huracán.
Nikolay llega a Variety Lake, un pueblo del que jamás había oído hablar, dispuesto a encontrar todas las respuestas que está buscando aunque no esté preparado para escucharlas. Como tampoco lo está para que esa chica del pelo rosa lo rete con la mirada cada vez que se encuentran, lo lleve al límite con esa lengua tan afilada que tiene y lo ponga nervioso de mil maneras diferentes. Y no todas son malas.
Y es que Buffy y Nikolay creían tener la vida controlada hasta que sus caminos se cruzan una noche de lluvia de la forma más surrealista posible.
Dos jóvenes integrantes de distintas organizaciones armadas mantienen su amistad de toda la vida reuniéndose como pueden, en los intersticios que les permiten sus actividades revolucionarias.
Nosotros dos en la tormenta cuenta el día a día de dos militantes, de dos células, de sus acciones violentas y de aquellos que se ven afectados por estas: las víctimas y sus familias, pero también los seres queridos de los propios guerrilleros. Es la historia del entusiasmo y las dudas, del arrojo y la rivalidad, del encandilamiento que provoca fijar la vista sin descanso en un sol brillante e imperioso, de la dinámica enloquecida de una época turbulenta, donde el tiempo jugará en contra de todos y le abrirá camino al poder de la muerte.
Inquietante, conmovedora y cercana, esta novela nos retrotrae a la década del setenta de un modo nuevo: sin esquivar las paradojas y descubriendo a los seres humanos cobijados bajo las banderas de los apasionamientos políticos más extremos.
El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pub de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policía de Oxford (exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza) está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada de autobús aquella fatídica noche y que parece tener la clave para resolver el asesinato. Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector…
Oxford como telón de fondo, unas historias sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policial clásica.
Amisha tiene el don de ver el futuro cada vez que llega al orgasmo, lo que se ha convertido en una jodida maldición. Cuando decide librarse de ella, hace las maletas y viaja a Bali, el lugar donde todo comenzó. Allí se encontrará con prácticas milenarias, con la espiritualidad y con todo aquello que siempre ha rechazado, pero que en esta ocasión la ayudarán a conectar con su placer mostrándole los misterios ocultos de una sexualidad ancestral que va mucho más allá del cuerpo.
La inspectora Keira Ibáñez y el duque de Lerma se reencuentran tras la aparición del cuerpo sin vida de una alumna de la universidad, suceso que pone de nuevo en entredicho el prestigio del atractivo y poderoso aristócrata. Ambos tendrán que colaborar en la investigación, aunque eso signifique lidiar con la inevitable atracción que palpita entre ellos.
Keira está convencida de que Ástor corre peligro y de que el asesinato emula una de las jugadas más brutales en el ajedrez: el famoso sacrificio de la dama para arrinconar al rey. Comenzará así una arriesgada partida que podría hacerles perder la razón y el corazón.
Todo está en juego.
Louise tiene veinticinco años y aunque es parcialmente sorda hasta ahora ha conseguido construir su vida y maniobrar con esa incapacidad invisible, en gran parte gracias a su poética relación con el mundo:cuando se enfrenta a algún malentendido por su sordera acuden a su mente varios personajes, desde un soldado de la Primera Guerra Mundial a una excéntrica botánica, que la acompañan y ayudan a hacer frente a una realidad cada vez más complicada.
Su último diagnóstico es claro: ha perdido aún más audición de lo esperado y la única posibilidad es que se opere para llevar un implante pero esta decisión no es tan simple como pudiera parecer; el resultado es irreversible y si bien volvería a oír con claridad, implica perder su audición natural y oír todas las voces con un mismo tono metálico. ¿Será capaz de renunciar a reconocer la ironía, o la voz de su madre, y de entrar en un nuevo mundo sin matices?