Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, no puede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se ha convertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.
Contra todo pronóstico, ambos aceptarán la invitación de su padre sin que este imagine que todos tienen una agenda oculta.
Los altruistas es una oscura y divertida saga familiar que afronta la división entre los babyboomers y su descendencia millennial, que nos recuerda que todos cometemos errores y que, de alguna manera, lo importante es encontrar el camino de vuelta.
En todas las tradiciones budistas, «tomar refugio» es el primer paso en el camino a la liberación interior. Se trata de un acto de palabra donde se testimonia la confianza en el buda, en el dharma y en el sangha, los tres tesoros. A partir de esta idea, Zeina Abirached y Mathias Énard tejen una entrañable historia sobre la soledad, el amor y la búsqueda de la propia identidad.
Tomar refugio se desarrolla en dos líneas temporales y geográficas: en el Afganistán de 1939, la escritora Annemarie Schwarzenbachvive un idilio con una paleontóloga mientras en Europa estalla la Segunda Guerra Mundial; en el Berlín de 2016, un joven alemán colabora en la creación de un campo de refugiados y se enamora de una mujer siria casada, amor que es correspondido, aunque las diferencias culturales parecen separarlos.
Dos historias de amor atípicas que resuenan entre sí a pesar de la distancia: tiemposatribulados, seres humanos que al tratar de vencer aquello que los diferencia se enfrentan a la oposición de la sociedad.
Madden construye en Ex libris una narrativa de acertijos posmoderna que es a la vez lúdica y penetrante, y que lo acredita como uno de los grandes maestros visuales de la metaficción en el panorama actual.
Estás mirando el volumen Ex libris de Matt Madden. Puede que hayas ido a buscarlo expresamente o que te hayas topado con él en una librería o en casa de alguien. O quizá estés leyendo esto en un catálogo en una pantalla. ¿Qué clase de aventura crees que tendrá lugar entre sus páginas? A juzgar por la cubierta y el título, parece que habla de libros. ¿Está protagonizado por un cómic? Si lo dejas ahora, jamás lo descubrirás. Sin duda, en algún rincón de tu mente se irán ramificando sin parar versiones imaginarias e hipotéticas del argumento. Si quieres descubrir lo que sucede en Ex libris, vas a tener que abrirlo y leer la primera página. Pero, cuidado, ¡podría atraparte!
He aquí la historia dramática de la cultura.
La pesadilla que vive la ciudad no es una ficción. Sí, es verdad. Están quemando las bibliotecas de los ateneos, del centro de estudios Germinal, del señor Casares... El humo no levanta el vuelo. Es pegajoso. Huele a carne humana.
En esta novela, las vidas de los libros, las personas y el lenguaje se cruzan y entrelazan en un intenso relato de suspense que transcurre desde el siglo XIX hasta nuestros días, entre la atrocidad autoritaria y la indomable libertad.
Los libros arden mal es un universo poblado de voces
insólitas, de memorias que retumban o murmuran de forma
inolvidable, verdadera literatura donde todo está en vilo.
La vida no es fácil en un college de Nueva Inglaterra si eres un chico modesto y falto de afecto que llega de California, y Richard Papen lo sabe; por eso agradece que lo admitan en un pequeño grupo de cinco estudiantes capitaneados por un profesor de literatura clásica con mucho carisma y pocos escrúpulos.
Los chicos sueltan comentarios en griego y se ríen de la ingenuidad y la torpeza de los demás, pero bien mirado se pasan el día bebiendo y engullendo pastillas. Hasta que un mal día lo que parecían chiquilladas adquieren una gravedad inesperada. Es entonces cuando Richard y su pandilla descubren qué difícil es vivir sin máscaras y qué fácil es matar sin remordimientos.
She escaped a serial killer. Then things got weird.
Amber Jamison can’t believe she’s about to become the latest victim of a serial killer. She’s savvy and street smart, so when she gets pushed into, of all things, a white windowless van, she is more angry than afraid. Things get even weirder when she’s miraculously saved by a mysterious woman . . . who promptly disappears. Who was she? And why is she hunting serial killers?
You’d think escaping one psychopath would be enough, but Amber’s problems are just beginning. Her close call has law enforcement circling a past she’s tried to outrun. She’s forced to flee across the country, ending up at a seedy motel in Las Vegas with a noir-obsessed manager and a sex worker as her unlikely companions . . . and danger right behind. She’s landed in the cross hairs of the world’s most prolific killer, caught up in a deadly game that’s been going on for years. To survive, she is forced to dust off her old playbook and partner with someone she can’t trust. The odds are against her, but sometimes you just have to roll the dice.