Julián es un joven sacerdote que abandona su Santiago natal para ejercer de capellán en los Pazos de Ulloa. Allí encuentra un mundo primi-tivo y brutal, muy alejado de sus expectativas. La de los Ulloa es una casa en decadencia, donde reinan la lujuria y la deslealtad. Guiado por su ingenuidad, Julián se propondrá devolver los Pazos a la vida noble y cristiana, una iniciativa que tendrá consecuencias inesperadas. Emilia Pardo Bazán escribió Los Pazos de Ulloa cuando ya era una autora consagrada y en ella ensayó el naturalismo por el que abogaba. Un magnífico estudio de ambientes y personajes que hizo de esta la obra cumbre de la gran dama de las letras españolas.
Emma Rouault es una joven de origen campesino y huérfana de madre que contrae matrimonio con el médico Charles Bovary. El afán por ser la protagonista de una vida romántica presidida por el amor, ambición que su marido no puede satisfacer, será la perdición de la ingenua muchacha, que buscará por todos los medios, con aventuras y con amantes, escapar al tedio, la monotonía y la exasperación que se han apoderado de su vida. La presente edición, en reciente traducción de Mauro Armiño, incluye los fragmentos, descubiertos entre los manuscritos de Flaubert, que el autor decidió a última hora no incluir en la novela.
Théophile Gautier sintió desde muy niño un especial apego por los animales, y en particular por los gatos, seres en adelante indisociables de su paisaje íntimo y doméstico y del balance de su experiencia de vida. En Zoológico privado, involuntarias memorias de infancia y juventud y autorretrato al sesgo del autor, nos los presenta con profusión de detalles en su inquietante familiaridad, ya sea durmiendo a su lado o a los pies de la cama, sentados en el brazo del sillón que el autor empleaba para escribir, siguiéndolo en sus paseos matutinos por el jardín, jugando con sus libros o amenizando silenciosamente sus comidas, no sin robarle algún que otro bocado del plato. Pero el imaginario que Gautier nos revela en su recuento biográfico expande su mirada hacia otros seres afines, haciendo patente el vínculo que conecta sus trayectorias vitales y desplegando así toda una cosmovisión panteísta a través de su amor por la naturaleza.
Un recorrido penetrante y sin complejos por el espectro completo del deseo sexual de los antiguos. El poeta latino Marcial definía el epigrama como «una poesía breve que termina con una broma picante». Aquí se reúnen los epigramas de los libros V y XII de la "Antología palatina", poemas dedicados, respectivamente, a mujeres y a hombres.
La mayor parte de las narraciones incluidas en este volumen rememoran y dan forma a las intensas experiencias vividas por Jack London (1876-1916) durante el largo viaje que realizó entre 1907 y 1909 a Polinesia. Pese a estar recorridos siempre por una corriente de humor o de fina ironía, estos Relatos de los Mares del Sur expresan, sin embargo, las obsesiones y convicciones que dominaron la existencia del inquieto autor de Colmillo blanco, La llamada de la naturaleza o El vagabundo de las estrellas, todas ellas publicadas en esta colección: en los conflictos que se plantean en ellos la victoria nunca será de la moral, la ética o los ideales, sino de las fuerzas primigenias, del ímpetu ciego de la naturaleza o de la violencia de los hombres.
La prosa de Gógol resultó sorprendente en su época por su originalidad, y fue celebrada por autores tan distintos como Pushkin y Nadezhdin. Gógol se aleja de la tradición narrativa de los cuentos populares mezclando los elementos sobrenaturales del cuento popular con los elementos de la conciencia narrativa individual. El juego de diferentes voces narrativas, la inclusión de términos coloquiales y vulgares, las constantes digresiones y las ocasionales lagunas de memoria del narrador, que interrumpen, distorsionan u oscurecen el significado de lo que relata constituyen las principales características del estilo gogoliano. "Cuentos de San Petersburgo" da título a una serie de relatos que fueron publicados en diferentes momentos, entre 1835 y 1842. Existen dos elementos unificadores en este libro: el primero, y más obvio, la presencia de San Petersburgo; el segundo, que están protagonizados por personajes solitarios que viven una situación de conflicto a causa de un elemento perturbador (una oculta presencia demoníaca) que trastoca la precaria armonía de su mundo.