Madrid, 1999. Desde que las protagonistas de Siete agujas de coser se reunieron por primera vez en El Cuarto de Costura, sus vidas han cambiado mucho. Algunas han cumplido sueños que creían imposibles de alcanzar y otras han logrado deshacerse de aquello que no les hacía libres ni felices. Sin embargo, ante la llegada de un nuevo curso, el pasado vuelve con fuerza para sacudir los cimientos de todo lo que han conseguido y para mostrarles que, aunque sigan el patrón al dedillo, cada día es una oportunidad para cambiar.
Una vez más, será en la amistad entre mujeres donde encuentren las respuestas para enfrentarse a los secretos, a la maternidad y al amor inesperado...
En cada una de ellas podemos ver un reflejo de nosotras mismas. Al fin y al cabo, es en ese hilo invisible que nos une donde se encuentra la clave de la costura y de la vida: lo importante no es la primera ni la última puntada, sino el resultado de todas.
Desde hace casi un siglo, Biloxi es conocida por sus playas, complejos turísticos e industria pesquera. Pero también tiene un lado oscuro. Esta ciudad de Mississippi es además famosa por el crimen y la corrupción: desde el juego, la prostitución y el contrabando hasta el narcotráfico y los asesinatos a manos de sicarios. Un pequeño grupo controla la actividad criminal y se rumorea que muchos de ellos son miembros de la mafia del sur, conocida como mafia Dixie.
Keith Rudy y Hugh Malco, amigos de la infancia e hijos de familias inmigrantes, crecieron en Biloxi durante los años sesenta, hasta que en la adolescencia sus vidas siguieron direcciones diferentes. El padre de Keith se convirtió en un legendario fiscal decidido a «limpiar la costa». El de Hugh llegó a ser el jefe de la red criminal clandestina de Biloxi. Keith decidió estudiar Derecho y seguir los pasos de su padre. Hugh prefirió trabajar en los clubes nocturnos del suyo.
Las dos familias se dirigen directas hacia un decisivo enfrentamiento, que tendrá lugar en un tribunal... y en la que la vida de todos estará en la cuerda floja.
La revolución está en el aire
1792. Un gobierno despótico está decidido a convertir Inglaterra en un poderoso imperio comercial. Y, desde el otro lado del mar, suenan tambores de guerra mientras Napoleón Bonaparte comienza su ascenso al poder y prepara un violento plan para convertirse en emperador del mundo.
Kingsbridge se asoma al abismo
Los nuevos avances industriales se imponen de manera implacable, sacudiendo las vidas de los trabajadores de las prósperas fábricas textiles de Kingsbridge. Las máquinas abren un mundo de oportunidades ligado, sin embargo, a la crueldad más despiadada.
Perdido, 1928. El clan Caskey se desmorona con la cruenta guerra personal entre Mary-Love y Elinor. En los recovecos del caserón donde viven Elinor y Oscar se esconden crisis conyugales y existenciales con repercusiones que desafían la imaginación, mientras los peores recuerdos, aquellos que uno se esfuerza por mantener ocultos, acechan para tejer sus mortíferas redes y salir a flote.
Comienza una nueva era para el clan Caskey: la persistencia y el trabajo duro de Elinor en Perdido por fin parecen dar sus frutos. Su control arraiga en los hogares de un pueblo que en el pasado desconfió de sus intenciones. Sus enemigos, poderosos antaño, decrecen en número y pierden fuerza. El conflicto armado en Europa trae sangre nueva a Perdido. En las tierras de los Caskey, los hombres van y vienen como marionetas. No saben que sus vidas penden de un hilo.
Theo y Kit han compartido muchas cosas: una gran amistad, ligues secretos, una relación de pareja y, ahora, rumbos distintos. Tras romper en pleno vuelo de camino al viaje por Europa con el que siempre soñaron, sus vidas se separaron definitivamente.
Lo único que aún les une es el vale para el tour europeo que no hicieron hace cuatro años. Con el viaje a punto de caducar, a Theo y Kit les parece una idea genial hacer el viaje ahora. En solitario. Por su cuenta.
Sin embargo, cuando suben al autobús de la agencia en Londres descubren que han pensado lo mismo, y ahora les esperan tres semanas de convivencia sin escapatoria posible. Eso sí, con paisajes impresionantes y sabores exquisitos en las ciudades más románticas de Francia, España e Italia. Pero no pasa nada, porque definitivamente han superado lo que ocurrió.